“Los resultados indican que los óxidos de nitrógeno, sobre todo el dióxido de nitrógeno, serían capaces de perturbar el proceso olfativo que permite a las abejas localizar las flores”, resume Guy Poppy, biólogo en la universidad británica de Southampton.
Para su estudio, los científicos utilizaron una mezcla sintética que imita las principales características del perfume de la flor de la colza, que causa la reacción más fuerte en las abejas y contiene ocho elementos químicos.