Escenario

Cristobal Pinto se alimenta del jazz en “Déjà Vu”, su primer EP

El músico Cristobal Pinto presentará en vivo este miércoles Déjà Vu, su primer EP como solista, un trabajo que propone un sonido inspirado en lo más clásico del jazz.

Como una forma de “presentar música nueva disfrazada de antigua”, Cristobal Pinto lanzará Déjà Vu, una propuesta marcada por el jazz y su peculiar forma de grabación.

Un material difícil de hacer, según explica el artista. “El reto fue trabajar en las mismas condiciones en las que se grabaron muchos de los álbumes clásicos de jazz”. Las seis canciones de Déjà Vu fueron grabadas en vivo.

Pinto, en la guitarra, dirigió una banda de jazz compuesta por Antonio Monterroso (bajo), Allan Urbizo (piano), Leonel Franco (batería), Dina Ramírez —integrante de De la Rut— (saxofón tenor) y Pablo Arana (trompeta)

La presentación en vivo se celebrará el miércoles 22 de noviembre a las 20 horas en Saúl L’Osteria, en la zona 10 de la ciudad de Guatemala.

Además de este primer concierto, Pinto espera que le material se incluya en otros festivales de jazz. Además se publicarán tres videos de canciones del EP para mostrar cómo sucedieron las cosas en el estudio, cuenta el guitarrista.

Desarrollo en la música


Cristobal Pinto cumplirá en enero próximo 24 años de edad, nació en México pero desde hace 10 años vive en Guatemala. Su juventud pareciera no corresponder a su gran experiencia y conocimiento musical, a pesar que inició tarde.

“No nací tocando música”, explica. “Todo fue después de un desmayo que tuve a los 11 años. Al despertar, quería tocar música”.

Desde entonces, Pinto se acercó al piano marcado por su padre, quien fue pianista concertista, y escuchó varias piezas clásicas. Recibió clases con Zoila Luz de Gracia Salas y Germán Giordano.

En el colegio comenzó a aprender la guitarra y trascendió a la guitarra eléctrica, sintiendo afición por el rock de grupos como Led Zeppelin y Arctic Monkeys. Eso le hizo formar parte de Yerimkala, una de las jóvenes agrupaciones del género.

Pero Pinto dejó de sentir cierta pasión por el rock y, poco a poco, conozció el jazz hasta ser su motivación principal dentro de la música.

“La improvisación es la médula central de todo esto”, asegura. “Desde la filosofía de este género, la improvisación es literalmente una conversación instrumental”.

Pinto continúa componiendo más canciones para grabar un álbum de jazz el próximo año. Estudió en línea en Berklee cursos con Bruce Saunders y con Rick Peckham.

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