El trabajo, publicado en la revista estadounidense Science, alimentará el debate sobre si las moléculas de hielo de agua en los cometas y los océanos se formaron en el disco de gas y polvo alrededor del joven Sol hace 4 mil 600 millones de años, o si provienen de una nube interestelar más antigua.
“Determinando ahora la parte antigua de la procedencia del agua sobre la Tierra, podemos ver que el proceso de formación de nuestro Sistema Solar no ha sido único y que, por lo tanto, los exoplanetas pueden formarse en esos entornos donde el agua es abundante”, explicó Tim Harries, del departamento de física y astronomía de la universidad británica de Exeter y uno de los autores de la investigación.
Tomando en cuenta que el agua es un elemento clave para el desarrollo de la vida en la Tierra, los resultados de este estudio podrían sugerir que la vida existe en otro lugar más allá de nuestra galaxia, señalaron los investigadores.
“Se trata de un paso importante en nuestra búsqueda para saber si la vida existe en otros planetas”, afirmó Harries.
Los resultados “aumentan la posibilidad de que algunos planetas fuera de nuestro Sistema Solar (exoplanetas) cuenten con las condiciones propicias y recursos de agua que permitan la existencia de la vida y su evolución“, aseguró.