Escenario

El Greco, 400 años después

Veintiseis obras del pintor Doménikos Theotokópoulos, El Greco (1541-1614), se exhiben desde este mes y hasta octubre próximo en el Museo Nacional del Prado, en Madrid, junto a 57 cuadros y 23 dibujos de grandes artistas del siglo XIX y XX.

Obras de Pablo Picasso, Diego Rivera, Roberto Matta, Cézanne, Chagall, Bacon o Pollock se muestran en esta colección junto a las pinturas de El Greco, como testimonio de la influencia que este artista ha tenido en los pintores contemporáneos. Con esta exposición se celebran los 400 años del fallecimiento de este pintor nacido en la isla griega de Creta.

“Aquí están los más destacados, o las obras de mayor calidad, y aquellas en las que más clara resulta la influencia”, explica Javier Barón, jefe del departamento de pintura del siglo XIX del museo madrileño y curador de la mencionada exposición, denominada “El Greco y la pintura moderna”.

NUEVA VIDA
Los artistas americanos del siglo XX vieron en este artista el ejemplo estimulante de una personalidad formada en varias culturas diferentes; sin embargo, durante varios siglos “la pintura manierista —de mucha expresividad y artificiosidad—, del cretense, demasiada complicada para el Barroco, y después ignorada por el clasicismo del siglo XVIII, permaneció en el olvido”, señala Barón, quien recuerda que El Greco fue redescubierto en el siglo XIX y su influencia se expandió en el XX, en una segunda vida que fue impulsada entre otras circunstancias por la primera exposición monográfica de El Greco, que El Prado le dedicó en 1902.

La pintura de este artista, que producía su obra en la época en la que los españoles conquistaban América, se destaca por sus figuras alargadas, pliegues de las vestiduras en planos angulosos, deformación expresiva y concentración de elementos en el espacio, dispuestos en forma de panal.

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