Escenario

Epílogos: Plart y otros cierres

"Los artistas de una época dada, decía Gustave Courbet, son los únicos capaces de hablar por esa época. Pero hablar en nombre de la historia es insuficiente si no somos capaces de iluminarla y proyectarla hacia adelante".

“En un relato muy hermoso y muy simbólico, Máximo Gorki habla de un pueblo que vaga perdido en medio de una selva. Cuando llega la noche, el pueblo se desespera, siente que ya no tiene esperanza, que no encontrará el camino. Uno de sus miembros decide, entonces, arrancarse el corazón y utilizarlo como antorcha para conducir a su gente. Así, con el corazón ardiendo con el fuego de su pasión, logra llevar a su pueblo hasta el amanecer, a territorio seguro. La metáfora nos parece adecuada para ilustrar la función social del arte y el rol del artista: más allá de la ciencia y de la razón, es la emotividad implícita en las artes la que permite completar la comprensión del mundo, de la sociedad, del hombre, la que permite imaginar nuestras posibilidades”.

“Si nuestra pasión de artistas contribuye, siquiera mínimamente, a iluminar los caminos de este país, nuestros esfuerzos habrán valido la pena y los impulsores de esta iniciativa habrán tenido motivos de sobra para sentirse orgullosos y satisfechos de nosotros.”

Hasta acá las palabras de Rubén Nájera y Sonia Juárez, ambos maestros en su especialidad.

Solamente queda, respecto al capítulo del PLART, dejar una guía para quien quiera investigar entorno a lo acontecido en, por lo menos, los últimos veinte años —en el caso de los más jóvenes— en los campos de la música, la danza y el teatro nacional en todas sus variantes. La Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos cuenta con expedientes, fehacientemente espulgados, de las carreras de tres generaciones de graduados. Documentos que adquieren un valor singular, ya que en Guatemala aún no existen historias del arte completas referentes a lo acontecido en los campos de la música, teatro y danza contemporáneos.

La Editorial Letra Negra cumplió sus primeros 12 años de vida. Para celebrar el acontecimiento Armando Rivera reunió a sus escritores narrativos en un compendio titulado Relámpago Perpetuo. La misión de sus contenidos era trasmitir la esencia creativa de cada artista en dos trabajos de cien palabras. Entonces, en el Club Alemán, el último día de noviembre se juntaron 26 de esos escritores y nos leyeron sus propuestas matizadas, en los intermedios, por una lucida banda musical y en el marco proporcionado por la exposición de dibujos a mano alzada de Fernando Valdiviezo. Yo asistí invitado por Daniela Castillo, actriz y escritora, quien considero posee una pluma directa, abierta e inquietante quien compartió”Un te quiero” y “Hoy no duermo en casa”.

Es buen momento para volver a anotar por última vez que mi dirección de correo con el servidor de hispavista me fue robada por un hacker. Si reciben correos de esa dirección, ya sea solicitando algo o mandando contenidos impropios, no los abra, ya que hay mano criminal detrás de ellos.

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