El comienzo de la Gran Guerra será recordado con la interpretación del vals Palmeras de la Paz, de Josef Strauss, compuesta en rechazo a la sangrienta batalla de Königgrtz, en 1866, entre Prusia y el Imperio Austríaco.
También Marcha egipcia y el vals Abrazaos por millones, de Johann Strauss hijo, lanzará un mensaje de contenido pacifista.
La elección de Barenboim para dirigir por segunda vez el concierto de música clásica más mediático del planeta se debe tanto a que es uno de los mejores directores del mundo como a su activismo por la paz, en palabras del jefe de los filarmónicos, Clemens Hellsberg.
Barenboim es conocido por sus esfuerzos para fomentar el diálogo entre israelíes y palestinos a través del lenguaje de la música en su Orquesta del Diván de Oriente y Occidente, y ya en 2009, en su debut en el atril del tradicional recital, brindó para pedir “paz en el mundo y justicia en Oriente Medio”.
Los filarmónicos vieneses recordarán también el 150 aniversario del nacimiento del alemán Richard Strauss (que no tiene ningún parentesco con la dinastía Strauss vienesa), especialmente con la interpretación de Mondscheinmusik, una escena de la ópera Capriccio del compositor de Múnich.
El resto del programa estará formado por los valses, polcas, cuadrillas y galopes de los Strauss, interpretados con la brillantez instrumental de la Filarmónica de Viena y que aportarán, como cada año, su dosis de energía y optimismo para encarar el inicio del año.
Durante las dos horas de recital, el afortunado público sentado en la Sala Dorada del Musikverein de Viena, o frente a las televisiones en más de 90 países, podrá disfrutar además de un espectáculo de danza, con el toque atrevido de los diseños de vestuario de la británica Vivienne Westwood.
Para adaptarse al correr de los tiempos, la Filarmónica ha propuesto para la red social de micromensajes Twitter el “hashtag” #prosit2014, con el que pretende que personas de todo el mundo se envíen felicitaciones por el año nuevo.