El Museo de Tlatelolco, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), ocupa mil metros cuadrados y está dividida en tres salas, en donde estarán más de 300 piezas de los habitantes del Tlatelolco prehispánico, ciudad hermana de la capital azteca Tenochtitlán, más otro medio millar de obras de diferentes culturas.
El director del Museo, Sergio Arroyo, señaló que este proyecto es uno “de los más importantes” en materia museística ya que ahí se mostrará el “el mural novohispano más antiguo de México” .
La responsable de la exhibición, la curadora María Teresa Uriarte, explicó que este sitio explicará al público de manera científica la cosmovisión del mundo prehispánico desde una manera interactiva.
“Al admirar objetos como cerámicas, figurillas, ornamentos o máscaras los visitantes aprenderán y entenderán de manera lúdica cómo se vinculan la ciencia y el arte con explicaciones sobre química, color, astronomía o biología”, indicó.
El Museo de Tlatelolco será también el primero en el mundo que presenta el desciframiento de la escritura en los códices prehispánicos y demostrará el uso indígena de las fracciones numéricas.
Dos de las salas exhibirán “piezas que datan desde los orígenes de Tlatelolco, vinculados con Teotihuacan, y que muestran la cultura mexica establecida en Tlatelolco”, apuntó la curadora.
Explicó que las 500 obras privadas forman parte de una colección de más de 3.000 piezas mayas, olmecas, aztecas o zapotecas, recolectadas a lo largo de cuatro décadas por el matrimonio coleccionista alemán Kurt y Lore Stavenhagen, quienes llegaron a México en 1942 huyendo de la Alemania nazi.
La curadora indicó que muchas de las piezas expresan la relación de las culturas antiguas con los seres sagrados, como es el caso de los ritos de la fertilidad.
Las deidades más antiguas, generalmente pertenecientes al periodo Preclásico (2000 a.C a 200 d.C) , son las diosas madres, que se representan desnudas, con las manos sobre el abdomen, a veces con caderas y muslos anchos, indicó.
Otras imágenes antropomorfas representan diversas versiones de otros dioses prehispánicos como Tláloc, Chaac, Cocijo, o diosas agrícolas, como Chicomecóatl, y de animales que encarnan las fuerzas divinas, principalmente, el jaguar, la serpiente y las aves.
Otras obras revelan la importancia del chamanismo en las culturas mesoamericanas, concluyó.
