Ricardo Baliardo es considerado en Francia como uno de los más importantes guitarristas flamencos gitanos, sucesor de Django Reinhardt.
Discípulo del genial músico, “Manitas de Plata“ decidió no subir a un escenario hasta diez años después del fallecimiento de su maestro.
Nacido en un carromato, analfabeto, “Manitas de plata” saltó a la luz en 1965 con motivo de una exposición en Arles de su amigo fotógrafo Lucien Clergue, cuando un admirador le animó a grabar un disco.
Ricardo Baliardo, conocido como Manitas de Plata, deleitó a multitudes. (Foto Prensa Libre: AFP)
A partir de ahí, su virtuosismo con la guitarra le llevó a tocar en prestigiosos escenarios de todo el mundo, como el Carnegie Hall de Nueva York o el Royal Albert Hall de Londres.
Amigo de Salvador Dalí, que decía “cada vez que toca, los bomberos se incendian“, o de Pablo Picasso, que no dudaba en afirmar: “Vale más que yo“.
Pese a su reconocimiento internacional y su éxito, los últimos años de vida los pasó casi en la indigencia, tras haber dilapidado una gran fortuna en regalos, autos de lujo y caprichos.
Por el camino de Ronda, tema de Manitas de Plata. (Video Prensa Libre: Tomado de YouTube)
Atado a una silla de ruedas, con problemas incluso para pagar sus tratamientos médicos, acechado por el fisco, que le reclamaba importantes sumas, “Manitas de Plata” acabó en una residencia de la tercera edad.
“Toda mi vida he hecho vivir a varias familias, he pagado bodas, comuniones y entierros a primos lejanos o a gitanos que apenas conocía. No lo lamento. Pero es duro comprobar que cuando ya no estás en la cresta de la ola todo el mundo te olvida“, confesaba el año pasado en una de sus últimas entrevistas.
En 2011, reconocía que toda su vida se había centrado en sus dos pasiones “la música y las mujeres“, “He vivido de corazón, siempre al día“.
Escuche algunos temas de Manitas de Plata.