De acuerdo con Ingrid Klussmann, artista allegada a Abularach y quien lo conocía desde los 7 años, el maestro falleció a las 8 horas del domingo 30 de agosto, debido a complicaciones en su salud. “Se había recuperado de forma exitosa del nuevo coronavirus. Sin embargo, en esta semana tuvo problemas en sus pulmones, por lo que tuvo que ser hospitalizado y falleció este domingo. Es una pérdida muy grande para el arte de Guatemala porque era de los artistas más completos que existen. No solo sabía de pintura y escultura, sino que daba mucho placer hablar de música con él”, declaró.
Su trayectoria
Rodolfo Abularach nació en 1933 y desde pequeño mostró gran afinidad por el arte. Esa habilidad se convirtió en una convicción antes de llegar a la mayoría de edad. Durante sus estudios en el colegio, los profesores solían llamarle la atención ya que se mantenía dibujando durante clases. Aunque las lecciones de matemática e historia eran importantes, para el artista los trazos en sus cuadernos eran más relevantes.
Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala mientras que realizaba investigaciones sobre el arte folclórico para la Dirección de Bellas Artes. A sus inicios, comenzó como dibujante y pintor de escenas de corridas de toros que nacen de una imaginación barroca.
Abularach partió en 1959 con una beca de estudios del gobierno de Guatemala a Nueva York, ciudad en la que decidió radicarse y desde donde realizó lo más relevante de su producción plástica. Estudió en Arts Students League y Graphic Art Center.
Sus obras
Las obras de Abularach atravesaron una profunda transformación cuando intentó juntar los elementos del arte abstracto y del surrealismo y experimentó con texturas, como por ejemplo en dibujos sombreados hechos en lapicero y tinta, tales como “Fugitive from a Maya Lintel”. Sus imágenes aumentadas del ojo humano le dieron fama internacional.