En el estudio evaluó el ADN de casi ocho mil muestras de 51 tipos de tejido y células del cuerpo, pero en particular observó cómo la metilación, un proceso natural que modifica químicamente el ADN, varía con la edad.
El reloj biológico se acelera en los primeros años de vida hasta los 20 años; luego reduce su velocidad y mantiene un ritmo continuo, según la investigación.