En la reserva vietnamita de Cat Tien sobreviven media docena de ejemplares, pero sin posibilidad de que la comunidad se multiplique porque son todos del mismo sexo, según los expertos.
Por este motivo, el director del centro indonesio, Agus Priambudi, admite lo difícil de la responsabilidad que han asumido: la de ofrecer una esperanza de futuro al rinoceronte de Java.
“Nuestra meta es ambiciosa: aumentar en un cincuenta por ciento la población durante los próximos cinco años. Sabemos que es posible”, dice Priambudi.
Con este objetivo en mente, el Ministerio de Bosques de Indonesia, la empresa papelera Asia Pulp & Paper (APP) y las autoridades locales han puesto en marcha en 2011 un equipo de trabajo.
“Nuestra intención es garantizar la permanencia de la especie y aumentar el número de ejemplares para 2016”, explica la portavoz de AP P, Cinthia Dawi.
El proyecto pretende aumentar la capacidad de Ujung Kulon y proporcionar mejores herramientas para patrullar el parque nacional, para lo que se dividirá en seis zonas con personal con autoridad para detener a cazadores y pescadores furtivos, una de las principales amenazas.
Dawi agrega que el otro gran desafío para evitar la desaparición de más rinocerontes es frenar la degradación del hábitat mediante el fortalecimiento de las comunidades de pobladores que viven en las proximidades de Ujung Kulon y darles nuevas alternativas económicas para que no sientan la necesidad de explotar el parque.
El rinoceronte de Java (Rhinoceros sondaicus) pobló en el pasado todo el Sudeste Asiático y partes de China e India, pero las cacerías durante la época colonial holandesa en Indonesia y la aparición de los cazadores furtivos en el siglo XX, que codiciaban el valioso cuerno único de este animal, redujeron la población hasta dejarla en los poco más de sesenta ejemplares conocidos en todo el mundo.
De las cinco subespecies de rinocerontes que existen, el javanés es la menos conocida. Su tamaño es el segundo más pequeño, con una altura media de metro y medio y alrededor de tres metros de longitud.
Las peculiaridades que mejor definen al rinoceronte son el aspecto de armadura que posee su cenicienta piel y su carácter esquivo y solitario que lo lleva a rehuir el contacto con otros series vivos.
Ujung Kulon organiza rutas para conocer a esta criatura excepcional, pero rara vez los participantes logran avistarlos debido a su naturaleza huidiza.
Los expertos tienen que recurrir a cámaras escondidas para conocer su número y obtener datos de su comportamiento y actitudes.
En los últimos meses, dos vídeos de rinocerontes de Java con sus crías en Ujung Kulon han supuesto un soplo de aire fresco para el programa de conservación, porque prueba que se reproduce esta especie en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales.
“Tenemos la oportunidad de hacerlo bien y garantizar que estos sorprendentes animales aún existan para que nuestros hijos y nietos los disfruten y aprendan acerca de ellos”, proclama esperanzado Priambudi.
Ujung Kulon fue el primer parque nacional propuesto de Indonesia y en 1992 fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, que reconoció que posee uno de los más grandes bosques lluviosos de tierras bajas que quedan en Java y donde habitan 57 especies de plantas exóticas y 35 especies de mamíferos.