Escenario

Lo mejor de Guate en el 2011

El cine y la música nacional destacaron en el 2011 con verdaderos productos de impacto, cada vez más pulidos, cada vez más requeridos y con mucha expectativa en el extranjero.

Hablemos de cine

En pantalla grande las producciones aumentaron en número y calidad, aun bajo la línea del poco presupuesto, la presencia en festivales y el patrocinio extranjero.

Pese a ello, han logrado proyectarse internacionalmente. Prueba de lo anterior ha sido el movimiento en Estados Unidos este año.

Cintas como El Regreso de Lencho, de Mario Rosales, quien ha ganado el Emmy en varias ocasiones por su trabajo en televisión estadounidense; Cápsulas, de Verónica Riedel, o La Vaca, de Mendel Samayoa, han sido expuestas en Nueva York, en diferentes ocasiones. Por ejemplo, las dos primeras tuvieron sus propias alfombras rojas y público selecto que esperaba verlas, mientras que La Vaca estuvo en una feria Latina, en Los Ángeles, donde el director compartió con la gente.

Otra de las fortunas del cine de este país ha sido el mensaje. La temática que permite ver el contexto social de nuestro país causa curiosidad, lo cual hace que sean tan esperadas en los festivales extranjeros, en los que, según comparten los cineastas, Julio Hernández abrió una puerta de interés.

El plus de la cinematografía local ha sido el cambio de género. Casa comal añadió algo de suspenso a la ficción y al drama con Toque de queda. La comedia está alrededor de Mendel Samayoa y Chofo Espinosa, sin salir de la aplicación mágica que representa el ser guatemalteco, en gestos y formas de expresión naturales.

Felonía, el proyecto del millón de dólares de Samayoa, continúa en pie en la búsqueda de fondos, y con Fe, de Alejo Crisóstomo, se puede ver que cuatro años de preparación pasan pronto para lograr ver excelentes resultados.

La ley de cine continúa siendo una iniciativa nada más, a la que no se le ha dado seguimiento en el Congreso de la República, donde hace más de cinco años fue expuesta. Conseguir los patrocinios necesarios para hacer su arte es un trabajo extra, aunque no un impedimento para los grandes creativos de nuestro país.

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