Escenario

Lo mejor del año

La variedad fue el tema en la evolución de cada uno de los artistas.

Más allá del rock y el pop, dos géneros bien comprendidos por los artistas locales, los músicos guatemaltecos propusieron sonidos mixtos que incluyen cumbia, en el caso de Gangster; el electrónico en combinación con todo como lo hacen los DJ; las emociones sinfónicas, tal cual las plasmó Alux, Básico 3 y Roberto Estrada, cada uno en su momento; y, entre la gran variedad, el vallenato, que se ha convertido también en una posibilidad, la cual expone sobre la mesa artística Joseph Tenenbaum.

Toda esta mezcla folclórica pone al descubierto habilidades valiosas e insospechadas por muchos.

Esta tendencia le ofrece un amparo de identidad al medio, y lo hace asimilable. Este espacio crea un público crítico, que aprende a reconocer y exaltar los valores, y ese es el objetivo.

Este panorama, que llenan más de un centenar de músicos, dice lo bien que se trabaja el estilo inconfundible de la música guatemalteca, que ha dejado la experimentación para tener una base que la hace única.

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