Escenario

Mercedes Arrivillaga llena la escena con fuerza y brillo

La personalidad de la actriz guatemalteca Mercedes Arrivillaga irradia alegría y entusiasmo.

La actriz guatemalteca es referente en el teatro nacional. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

La actriz guatemalteca es referente en el teatro nacional. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

CIUDAD DE GUATEMALA – La artista es un referente en el teatro nacional; su participación en las tablas locales incluye papeles dramáticos y de comedia, además de destacadas intervenciones en el cine nacional.

Arrivillaga recientemente tuvo un accidente que la tuvo convaleciente durante las últimas semanas. Por esta razón distintos artistas montaron la obra Sebastián sale de compras, con el objetivo de recaudar dinero para su recuperación. “Estoy agradecida con todos aquellos que se preocupan por mi salud”, comenta Arrivillaga.

“Esta prueba —al referirse a su accidente— me sirvió para valorar y conocer aspectos de mi vida que de otra manera nunca me hubiera dado cuenta”, agrega.

Prensa Libre conversó con ella sobre su trayectoria.

¿Cómo comienza esa pasión por el teatro?
Cuando participé en mi primera obra estaba en la universidad, pero cuando me enamoré del escenario fue años después, en una puesta en escena donde me incluyó Manuel José Arce (1935-1985), quien luego sería mi esposo. Yo fui criada en el seno de una familia tradicional, tenía que ser buena esposa, cocinar y cuidar a los niños. Manuel José no quería eso, me dijo que quería una pareja. Esa es una de las razones por las cuales terminé haciendo teatro junto a él. Eso fue en 1965, una época muy dura.

¿La guerra afectó al teatro?
De muchas maneras. Compañeros actores desaparecieron o fueron asesinados, pues era una época de terror. Montábamos obras que denunciaran, pero que no fueran evidentes, entre ellas Antígona, de Sófocles, y eso era lo que sucedía en realidad en el país. Muchas veces mataban a las personas y solo esperaban que los familiares llegaran a las funerarias para atraparlos. Luego surge un teatro más para hacer reír.

En aquel entonces, ¿asistía público para sus montajes?

Fue una época de grandes logros en el teatro, una especie de época de oro. Las obras de Hugo Carrillo, Manuel Galich y Manuel Arce eran muy vistas, pero siempre existía la incertidumbre.

¿Miedo por lo que les podía pasar en medio de la guerra?
Todos los días, muchos de los compañeros teatrales desaparecieron. Algunos actores de Delito, condena y ejecución de una gallina, de Manuel Arce, fueron asesinados luego de las funciones. Nuestra casa era constantemente allanada; afortunadamente no nos pasó nada, pero si vivíamos en zozobra. El teatro siempre es un reflejo de la sociedad.

La actriz guatemalteca Mercedes Arrivillaga irradia alegría y entusiasmo. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

Las décadas de 1980 y 1990 fueron una época silenciada…

Nos tenía callados, solo las comedias podían sobrevivir; nos involucramos en comedias para vivir. La puesta Chicharrón con yuca, por ejemplo, ya en el 2000, me sacó de muchas deudas. Fue una época en la que funcionaba la comedia política. ‘El teatro por gusto y por gasto’, le decíamos. El primero eran las obras en las que queríamos actuar, y las otras eran las que nos dejaban para comer.

¿Cómo fue su relación con Manuel José Arce?
Fui muy afortunada por ser su esposa. Me ayudó a ir a la universidad y a pesar de las penurias económicas que pasamos, siempre me motivaba y dejaba un poema en la máquina de escribir. Estuve muy enamorada de él.

¿Satisfecha con su vida?
De todo, de mi vida familiar, artística e intelectual, es una vida que valió la pena vivir.

LA CITA
Sebastián sale de compras se presentará este viernes  a las 17 horas, en el teatro de la Universidad Popular, 10a. calle 10-32, zona 1. Admisión, Q40.

“Estoy agradecida con todos aquellos que se preocupan por mi salud”. Mercedes Arrivillaga, actriz.

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