Los diseñadores apostaron por una fusión de estilos, en la cual prevalecieron el blanco y el beige, pero con accesorios característicos de la cultura india.
Otro aspecto destacado fue la naturalidad y comodidad en las prendas. Los creadores prefirieron telas orgánicas, así como tejidos suaves y delicados, especialmente la seda y el algodón.
De acuerdo con los críticos de moda, las creaciones de Sabyasachi y Anju Modi fueron las más llamativas en esta edición.