El presidente de esa universidad gala, Vincent Berger, realizó esta mañana su primer vuelo de ensayo sobre el prototipo, que es una de las novedades de la Fiesta de la Ciencia que termina el próximo 14 de octubre.
Se trata, según sus responsables, de la “demostración más espectacular de la fuerza de la física cuántica, que utiliza una de las más bellas propiedades de la supraconductividad, el efecto Meissner, que permite a un elemento supraconductor expulsar los campos magnéticos”, y al hacerlo, levitar sobre imanes.
Ese prototipo ha costado entre 30 mil y 40 mil euros, precisó la investigadora Marie-Aude Méasson, y entre sus aplicaciones prácticas figura su uso para difundir al gran público, en lugares como parques de atracciones, el fenómeno de la supraconductividad.
Para ser supraconductor, el Magsurf contiene en su interior nitrógeno líquido, que debe ser enfriado a -200 grados. Al ser colocado sobre raíles imantados, en este caso de cinco metros de largo, comienza a levitar, y conserva esa capacidad mientras pueda ser mantenido a esa temperatura.
Llevar este tipo de levitación a gran escala en el transporte público, como en trenes o tranvías, todavía es demasiado caro, lamentó la investigadora, que no descarta que en el futuro llegue a ser posible.