Escenario

El primer compositor colonial indígena

El músico Tomás Pascual fue maestro de capilla de San Juan Ixcoy, Huehuetenango, de la década de 1590 a 1635, y se le considera el primer músico indígena de quien existen composiciones originales.

De finales del siglo XVI a buena parte del XIX se crearon en España y sus dominios infinidad de villancicos, que tenían carácter regional, para propiciar la identificación y participación emocional de los fieles.

Los más antiguos del continente que se han encontrado son los copiados y compilados por manos indígenas, que datan de 1560, en los nueve Códices de Huehuetenango, y que contienen obras de compositores ibéricos de la primera mitad del siglo XVI, localizados en Santa Eulalia, San Juan Ixcoy, San Mateo Ixtatán y Jacaltenango.

Estos fueron descubiertos en 1963, y contienen música para el ordinario y el propio de la misa, así como para el oficio divino —vísperas, completas y maitines—. Estos documentan la habilidad de los indígenas para aprender la música de los compositores españoles y flamencos.

Varios de estos cantos incluso tienen letras en lenguajes propios de esa región: jakalteco, chuj o q’anjob’al antiguos, así como en náhuatl. Por primera vez en la historia se componían villancicos con letras en idiomas autóctonos americanos.

En uno de esos códices, Pascual, de quien se tienen escasos datos biográficos, escribió un párrafo en náhuatl en el cual se describe el libro como una colección de villancicos terminados por él en San Juan Ixcoy, en enero de 1600. Sus composiciones reflejan la influencia del villancico español del siglo XV.

Algunas de sus obras, como Victoria, victoria; Hoy es día de placer; Virgen de Chiantla, y Si tanta gloria se da, utilizan el esquema formal de estribillo y coplas propio del villancico. Sin ser litúrgicas, sus letras aluden a temas religiosos. Se caracterizan por la sencillez de los textos y la frescura sonora.

Pascual compuso muchos villancicos con alfabeto latino y fonética indígena, así como algunas piezas instrumentales. Varios investigadores y grupos musicales han recuperado obras de este compositor.

OTRAS OBRAS

Contenido de Códices de Huehuetenango.

Aparece la compilación de  Mateo Hernández, quien terminó un libro de 200 páginas de canto llano, el 1  enero de 1570.

También figura el maestro Francisco de León, quien copió y ensambló las colecciones  de los códices de Santa Eulalia en 1582.

Contienen obras de compositores ibéricos de la primera mitad del siglo XVI  como Alonso de Ávila, Juan García de Basurto, Rodrigo Ceballos y Pedro de Escobar,  y   francoflamencos como Loyset Compere y Heinrich Isaac.

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