El magistrado Fernando M. Olguin determinó en un escrito que Elden no presentó dentro del tiempo establecido su respuesta a la petición de los exintegrantes y herederos de Nirvana para que el caso fuese desestimado y procedió por tanto a dar la razón a la defensa.
Sin embargo, el juez se mostró abierto a enmendar su decisión y potencialmente considerar el caso si el querellante presenta una nueva demanda dentro del plazo establecido de diez días a partir de la decisión judicial.
Si en los próximos diez días Elden no presenta esta nueva demanda, el caso será desestimado definitivamente y el querellante no podrá volver a demandar.
En su denuncia original, Elden acusó a Nirvana de promocionar pornografía infantil de manera intencional y comercial y hacer uso de la impactante naturaleza de su imagen para promocionarse a sí mismos y su música.
La demanda también sostenía que los acusados se beneficiaron y continúan beneficiándose de “la comercialización de la explotación sexual” de Elden.
Entre los señalados por la querella aparecían Dave Grohl y Krist Novoselic, que junto al legendario y desaparecido Kurt Cobain (1967-1994) componían la formación clásica de Nirvana.
La demanda también apuntaba a Kirk Weddle, que fue el fotógrafo de la portada de Nevermind; y a Courtney Love como heredera del patrimonio de Cobain.
Extrañamente, la denuncia también acusaba a Chad Channing, que fue batería de Nirvana en sus primeros años y que abandonó la formación en 1990, es decir, antes de que se editara Nevermind.
Elden buscaba una indemnización por, según decía la demanda, “los daños que ha sufrido y seguirá sufriendo de por vida”.
La portada de Nevermind está considerada como una de las más icónicas de la historia del rock y muestra a un bebé buceando en una piscina y a la caza de un billete de un dólar.
Como adolescente y como adulto, Elden se ha metido de nuevo en la piscina para recrear varias veces esa portada.
Eso fue lo que hizo, por ejemplo, en 2016 cuando se cumplió un cuarto de siglo del álbum.
En otras ocasiones ha mostrado ante la prensa su disgusto por estar vinculado a esa imagen.
La depresión, la rabia y la angustia reventaron las listas de éxitos gracias al grito de Nirvana en Nevermind, un disco que, con su rock atormentado y herido, llevó el estilo grunge al apogeo de su revolución.
Liderados por un mártir ateo y arrastrados por el huracán de Smells Like Teen Spirit, tal vez la canción más importante e influyente del rock de los años 90, Nirvana voló muy alto con “Nevermind”, pero su éxito también encaminó a su cantante Kurt Cobain a un laberinto de autodestrucción del que no saldría con vida.