“Si bien su desempeño a menudo carece de matices y comienza demasiado chillona, la estrella finalmente gana confianza”, afirma la crítica de The New York Post.
El diario Daily News también alaba la actuación de la actriz y asegura que su interpretación es la que reanima la obra.
Sin embargo, esta crítica considera que esta adaptación de la famosa obra teatral de Williams, el autor contemporáneo más veces adaptado al cine, es equivocada.
No es la primera vez que la actriz se sube a un escenario de Broadway, pues debutó con muy buenas críticas hace tres años con A View From the Bridge, por el que fue reconocida con un premio Tony.
En este sentido, el diario The New York Times considera que con este nuevo trabajo Johansson se reafirma como una promesa del teatro por su “imponente presencia e inteligencia aventurera”, aunque reconoció ciertos errores en su interpretación de Maggie.
Así, apuntó que el papel que interpreta Johansson es una parte central de la obra, pese a que quizás es demasiado sincera para interpretar el papel de Maggie, una mujer más felina.
De esta forma los elogios se centraron en la actriz estadounidense mientras que las críticas se dirigieron al director de la obra, Rob Ashford, de quien dicen que realizó una adaptación de este clásico con escaso trasfondo y pocos pensamientos de los personajes.
Ashford, más conocido por organizar coreografías de musicales como How To Succed in Business o Promises, Promises, también fue criticado por adaptar la obra de Williams como si se tratara de una ópera más que una obra de teatro.
Pese a que en la obra figuran actores como Ciaran Hinds, Benjamin Walker, Debra Monk o Emily Bergl, los críticos coincidieron en señalar que Johansson es la única intérprete importante y en la que recae el peso de la historia.
La adaptación cinematográfica más conocida de La gata sobre el tejado de zinc” fue la que dirigió en 1958 Richard Brooks y en la que Paul Newman y Elizabeth Taylor dieron vida a Brick y Maggie, los protagonistas de la intensa historia.
La obra ganó el Premio Pulitzer de teatro en 1955, y en su estreno sobre los escenarios tuvo a Barbara Bel Geddes y a Ben Gazzara como intérpretes de los papeles estelares.