“Muchos piensan que para ser socialmente aceptados deben tener novio o novia, lo cual puede crear frustración en quienes no tienen, sobre todo en meses como febrero. Esto no pasaría si la persona construye su identidad”, explica el sociólogo Juan Francisco Romero. Al contrario, ese estado debería servir para crecer como persona y autoconocerse.
Y es que, en la sociedad existen muchos estereotipos que empujan a un hombre o una mujer a estar con alguien, solo por presión social. “Normalmente este tipo de relaciones terminan mal”, dice el experto.
Por eso, los seres humanos deben utilizar el tiempo en solitario para determinar cuáles son sus valores, sus proyecciones de vida, sus ideales y sus metas. Y así, si en algún momento tiene pareja, estará preparado para llevar una relación sana, pues incluso en noviazgos o matrimonios, si antes no hay estima propia, nada funciona.
“Únicamente en soledad la reflexión sobre la vida puede hacerse serenamente”, opina la psicoterapeuta Elena Viau.
“Encontrar la felicidad es una tarea individual. Uno debe preocuparse por estar bien consigo mismo y satisfecho con la vida que lleva. Hay que tener intereses, acciones, algo por qué vivir. Preocuparnos por estar sanos física, mental y espiritualmente hará sentirnos seguros”, añade Viau.
Camino a la plenitud
“Estar solo o acompañado es una decisión propia y libre que no tiene que ser presionada por nadie; la soltería no es un estado negativo en la vida de una persona”, comenta Romero.
Para Viau, la soltería debe entenderse como una etapa en la que una persona transita por la vida para conocerse y así llegar a la madurez que le permita ser mejor cada día.
Asimismo, ofrece una libertad que puede proveer a una persona de un círculo social más amplio, puede permitirle emplear su tiempo libre en sus aficiones personales y podría significar una economía más estable, al no tener obligaciones materiales”, comenta Viau.
En otras palabras, las personas son dueñas de su tiempo, de sus acciones, de sus decisiones y de sus intereses particulares, sin la aprobación y aceptación de nadie.
“Sin embargo, no se debe confundir la libertad con el libertinaje, ya que un individuo siempre debe actuar responsablemente de acuerdo con sus valores y con su educación, para no perjudicar a quienes estén a su alrededor”, dice Romero.
“Ya sea que la persona elija permanecer soltera o formar una familia, lo importante es que se sienta bien consigo misma, para gozar plenamente la vida que eligió”, puntualiza Viau.