“Creo en la teoría darwinista”, explica en una entrevista a Efe Daniel Lee (Chongqing, 1945). “Si pensamos que el ser humano tiene más de 50 millones de años de evolución, la civilización empezó prácticamente ayer” .
Esto significa “que dentro de ti y de mí todavía tenemos una gran cantidad de instintos animales. Eso es lo que me hizo empezar a crear estas series” , prosigue Lee, cuyo nombre chino es Li Xiaojing, un artista formado en Taiwán y en Estados Unidos.
Lee no es un desconocido: sus fotografías están incluidas en colecciones públicas y privadas en el Brooklyn Museum of Art de Nueva York, en el de Arte de Shanghái, en el Museo Nacional de Arte de Taiwán o en el Musée de la Mode de la Ville de París.
En su retrospectiva inaugurada este mes en la galería pequinesa Bridge, del distrito artístico de Dashanzi, humanos de rostro simiesco, ojos de lagarto y facciones alargadas miran a los visitantes desde sus marcos de las series Manimals, Origins o Nightlife, que Lee ha creado en las últimas dos décadas.
La similitud con los habitantes azules del ficticio planeta Pandora de Avatar (2009) es más que evidente, pero Lee mide cada una de sus palabras al hablar del asunto por temor a cualquier conflicto con la productora y distribuidora 20th Century Fox.
“Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos hay un problema con los derechos de autor. Si un individuo o una compañía copia a alguien pero su modificación es superior a un 25 por ciento, no puedes denunciarlos” , explica Lee en voz baja, afectado por una afonía.
Después de unos momentos de reflexión, prosigue: “En cierto modo, es bonito que suceda algo así en una era de información compartida, lo que significa que, sí, estoy bastante seguro de que usaron mis imágenes, que yo creé antes de que se hiciera la película. Pero Fox es una compañía muy, muy grande. No puedo luchar contra ellos” .
Lee declina confirmar si trabajó con el director de Avatar, James Cameron, pero explica que trabajó “con otro cineasta, también para Fox, para la creación de un concepto similar hace siete años” .
En ese momento, la tecnología 3D no estaba tan desarrollada y el plan fue abandonado hasta que fue recuperado por el oscarizado realizador de Titanic, con una historia diferente basada en la biodiversidad y en el imperialismo, “pero con el mismo concepto de animación” , explica Lee, que reside habitualmente en Nueva York.
“No sé en qué medida se inspiraron en mi diseño original, pero por supuesto no estoy muy contento. Muchos me han recomendado que los denuncie, pero en EE.UU. no hay justicia, todo se basa en el dinero, ha crecido en el dólar” , indica Lee, que ha dado charlas en universidades como las de Harvard, Maryland, Pekín o Shanghái.
Efe contactó con los representantes de 20th Century Fox Internacional para China con el fin de confirmar las aseveraciones del creador, pero éstos delegaron la respuesta a su sede en Estados Unidos, que hasta la fecha ha declinado contestar.
Los críticos de arte califican a Lee más como un escultor que como un creador de fotografías, ya que sus “manimals” no son una simple combinación de humanos y animales, sino que revelan la naturaleza animal de las personas mediante un lento descubrimiento de la fiera esencia en cada uno de sus personajes únicos.
En su última colección, Circus, los “manimals” han evolucionado hacia lo grotesco a partir de aquella primera serie de doce fotografías que vieron la luz en 1993 y que recrean los doce animales del horóscopo chino: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el jabalí.
En su serie Origin (1999) , Lee desgranó la evolución desde el pez hasta el ser humano, pasando por seres grotescos que recuerdan al Gollum de El señor de los anillos, y que en su faceta más urbanita poblarán el mundo noctámbulo y tatuado de Nightlife (2001) o Xintiandi (2006).