Vida

Realizar una buena alimentación

La cantidad de alimento que el niño come depende de su ritmo de crecimiento —si está en una etapa de desarrollo rápido—, su tamaño y su nivel de actividad —los más dinámicos necesitan más energía—.

Es importante que el niño coma sin distracciones para que se sienta saciado. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Es importante que el niño coma sin distracciones para que se sienta saciado. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Los hábitos alimentarios influyen en los momentos en los que el pequeño tiene hambre. Si, por ejemplo, el niño no hace bien las comidas principales, no le queda más remedio que ingerir alimentos fuera de estas.

Los chicos que no desayunan de manera adecuada o comen distraídos, viendo la televisión, o cenan tarde tienen que comer más entre horas.

Si el menor hace cinco comidas al día —desayuno, refacción, almuerzo, merienda y cena— y aún así pide algún alimento entre horas, no hay que negárselo.

Conviene ofrecerle un producto saludable que le sacie, pero que no le impida hacer las comidas principales de manera adecuada. Por eso se sugiere darle una pieza de fruta o alguna barrita de cereales sin cacao ni miel o galletas que no contengan alta cantidad de azúcar o grasa.

Hay que evitar que consuma las llamadas “chucherías”, pasteles industriales o jugos envasados, los cuales no aportan ingredientes nutritivos y los llenarán.

Muchas veces los niños se sienten saciados cuando los padres logran que desayunen bien, comparten las comidas en familia o con los cuidadores y comen sin distracciones.

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