La importancia de este avance científico es que en la actualidad no existe una estrategia específica para prevenir o tratar los partos prematuros, que cada año ocasionan la muerte o dejan con graves afecciones a numerosos recién nacidos.
El desencadenante del parto es un canal de calcio, es decir, una proteína que se asemeja a un poro, que se encuentra en la membrana de las células y controla el flujo de calcio hacia el interior celular.
El descubrimiento de este canal de calcio en las células musculares de la pared uterina como el culpable de la activación de las contracciones, ofrece a los médicos el blanco apropiado para dirigir un inhibidor y bloquearlas.
Los investigadores se dieron cuenta de que este canal de calcio se hace más presente en mujeres embarazadas que en mujeres no embarazadas, y que a medida que avanza la gestación, aumentan los índices.
Los canales de calcio son conocidos por su capacidad de conducir y mantener el ritmo cardíaco, por lo que tiene sentido que ayuden a preparar el cuerpo de la mujer para el parto, según descubrió el equipo liderado por el científico Lihua Ying.
Así, los científicos de Nevada y Stanford desarrollaron un inhibidor y ya lo han puesto en práctica con dos tipos de roedores, de forma exitosa, al conseguir prolongar embarazos y evitar partos prematuros.
Por el contrario, la estimulación de este canal de calcio adelantó el parto de los ratones, por lo que dieron por probado el hallazgo.