¡La migraña volvió, intentaré dormir, no voy a hablarte en las próximas horas! Dice un mensaje de voz de Rosario a su hijo Guillermo. Es algo que pasa con cierta frecuencia, las pastillas son parte de su rutina y los dolores llegan a veces cuando menos los espera, describe la paciente que tiene 47 años y cerca de 20 años de tener este padecimiento.

En los días en que llega este padecimiento está lejos de sus amistades, trabaja en un call center desde casa y lo único que hace es usar lentes oscuros cuando está frente a la pantalla mientras el día pasa lentamente atendiendo llamadas. "Algunas veces me he tenido que desconectar y pedir permiso para ir al médico", comenta y uno de sus deseos es que la medicina tenga una mejor respuesta para que estos episodios desaparezcan o sean menos intensos.

Rosario como otros pacientes tiene diferentes síntomas. Los ruidos y la luz se convierten en un problema, hay náuseas en ocasiones. La Organización Mundial de la Salud, OMS, indica que la migraña puede durar toda la vida y cursa con episodios recurrentes que pueden durar desde algunas horas hasta días.

Un artículo publicado por Julio Pascual, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y el Instituto de Investigación Valdecilla en España, indica que a pesar de que el 15% de la población padece migraña y que una de cada cinco consultas de los neurólogos es por esta enfermedad, "los pacientes con migraña no son, en ocasiones, tratados con la dedicación que merecen", asegura.

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Describe que parte de ello es que las migrañas no ponen en peligro la vida, pero por la discapacidad que condiciona, esta es una enfermedad que se debería considerar más seriamente, dice el galeno.

De acuerdo con un informe reciente de la OMS, la migraña es la tercera causa de disminución de calidad de vida por debajo de 50 años. "Afortunadamente, se están produciendo avances que vendrán a cambiar la actitud con la que los profesionales de la medicina nos enfrentamos a los pacientes con este padecimiento", agrega.

Las migrañas afectan a personas de todas las edades y mayoritariamente a mujeres; sin embargo, a pesar de su alta incidencia, ha sido una enfermedad de poco interés tanto en la región como a nivel mundial. Una de las barreras principales es el desconocimiento que existe entre el mismo personal de salud, por lo que el diagnóstico y tratamiento se dan solo a una minoría de estos pacientes.

En esta misma línea, quienes padecen de migraña a menudo tienen dificultades para comunicar la gravedad de sus síntomas y, como resultado, suelen sentir que no son valorados correctamente por su equipo médico ni que reciben el tratamiento necesario.

Otro de los retos es el poco reconocimiento que existe en relación con la carga que impone este tipo de dolor de cabeza en la sociedad y, por ende, la limitación en presupuesto para su atención. De acuerdo con el estudio CALM, realizado en Centroamérica y el Caribe, un 52% de los pacientes participantes señaló que la migraña ha impactado su vida profesional, lo que puede repercutir en la disminución del rendimiento laboral o alterar la capacidad de concentración de la persona, así como incrementar el riesgo de accidentes laborales y de conflictos con compañeros o jefes, al no comprender el tipo de dolor que experimenta la persona, comparte en una columna publicada en Prensa Libre, el médico internista, Carlos Cano.

¿Qué hacer en el momento de la crisis de migraña?

En una entrevista virtual, Roni Sharon, neurólogo miembro de la junta estadounidense de psiquiatría y neurología y quien ejerce en el área de neurología con una especialización en medicina del dolor de cabeza (cefaleas) de Brigham and Women's Hospital, explica que el 75% de las mujeres sufren de migraña y el 10% de los hombres, lo cual significa una enfermedad con más prevalencia en mujeres.

El primer paso es definir que el dolor sí es migraña y para llegar a un diagnóstico es importante visitar al médico.

Cuando se tiene migraña es importante saber si la persona tiene estrés, ansiedad, si duerme lo suficiente o si come algo que provoca a situación.

"Con un buen diagnóstico las personas pueden tener un medicamento adecuado y tomarlo de inmediato es esencial para disminuir los problemas. Ahora hay tratamientos de nueva generación que disminuyen los efectos secundarios y son avances", expresa Sharon.

También hay tratamientos preventivos y esto se dan a personas que con frecuencia sufren de migrañas, lo cual permite menos ataques. "Esta enfermedad es discapacitante y hoy no se debe sufrir tanto", agrega Sharon. Es importante no automedicarse porque podría agravarse la situación o tener otras complicaciones, dicen los expertos.

Además, durante la crisis al paciente le beneficiará estar en una habitación oscura y sin ruido e intentar dormir, agrega Sharon.

Un estilo de vida sano también podría ser beneficioso para el paciente. Mayo Clinic, por ejemplo, recomienda:

• Aprender técnicas de relajación para ayudar a tener menos migrañas.
• Desarrollar una rutina para dormir y comer. Es decir, tener horarios establecidos y tiempos similares para hacerlo.
• Mantenerse hidratado.
• Hacer un diario de dolores de cabeza y anotar los síntomas para conocer qué podría provocarlo.
• El ejercicio con regularidad también es positivo, así como la pérdida de peso en caso de sobrepeso u obesidad.

Más de 90 mil pacientes

Un artículo publicado por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS, describe que durante 2021, un total de 91 mil 810 asegurados entre hombres y mujeres fueron atendidos por cefaleas en Guatemala. Esta afección se encuentra entre las 20 morbilidades más frecuentes atendidas. En la ciudad capital es donde se registra el mayor número de pacientes: 44 mil 784; asimismo, Escuintla reporta 7 mil 53, Jutiapa 6 mil 289, Quetzaltenango 5 mil 402 e Izabal 4 mil 53.