El también especialista en ambiente ocupacional apunta que factores como la edad, la progresión de estudios, el tipo de industria, e incluso, el tipo de personalidad del colaborador influyen a la hora en que este se replantea qué tanto quiere crecer laboralmente.
“Es una decisión muy personal. Se recomienda que escalar sea un medio y no una meta”, sugiere Espinoza Ramírez quien enfatiza en la importancia que los trabajadores se replanteen sus objetivos tanto en un mediano como largo plazo para que así visualicen los pasos que deben seguir antes de llegar al punto deseado.
Pero ¿a qué hace referencia escalar laboralmente con exactitud? De acuerdo con Franklin, esta expresión pude aludir a un cambio de tareas o el incremento de complejidad en la toma de decisiones en el ámbito laboral.
“Aunque es una decisión basada en valores individuales, usualmente escalar pensando en los logros laborales y objetivos personales suele ser más satisfactorio a mediano plazo que hacerlo por dinero”, comparte Espinoza.
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Flavio Núñez, quien también se desempeña como psicólogo industrial, apunta que el crecimiento laboral puede definirse como mayor capacitación por parte de un trabajador, en donde predomina su satisfacción.
El ansia por esa satisfacción explica el psicólogo, puede surgir desde un planteamiento económico como intelectual, visto desde el desempeño laboral.
Hay quienes desean crecer en su trabajo para lograr una mayor remuneración, como también hay personas que basan su anhelo de crecimiento en el deseo de conocer más, liderar o dirigir, explica Flavio.
Motivación y seguridad como puntos de partida
De acuerdo con los entrevistados, la forma de operación de cada trabajador influye en la búsqueda que este pueda emprender hacia una mejoría laboral.
Espinoza Ramírez apunta que esencialmente, la personalidad tiene una incidencia directa en el tipo de carrera que cada quien busca, por lo que no es de extrañar que hay profesiones que atraen a personalidades energéticas, así como otras más retraídas. Esto influye además en las competencias de liderazgo que los trabajadores puedan desarrollar.
En algunos casos destaca la expresión “apetito por el riesgo”, que abarca el ansia de los empleados por someterse a un cambio laboral y en paralelo, que deseen enfrentar el estrés consecuente.
“Es trascendental entender las capacidades, ambiciones, los talentos y hasta dónde es pertinente y eficiente llegar. No todo crecimiento es obligatorio o urgente”, establece Franklin.
Por otro lado, Flavio Núñez comenta que más allá de considerar aspectos emocionales, los trabajadores deben partir de sus motivaciones para progresar. “Quien desea crecer laboralmente debe valerse de los conocimientos que tiene y de su seguridad”, expresa.
El también psicólogo industrial argumenta que partir de aspectos como la responsabilidad, el liderazgo y el conocimiento de las facultades personales pueden proyectar ante terceros (en este caso, los jefes), que hay una disposición para seguir creciendo laboralmente.
La ambición, sumada con el reconocimiento de las facultades cognitivas, profesionales, académicas y hasta físicas puede detonar en la búsqueda hacia ese cambio laboral esperado.
Conocer la empresa
Para lograr el ascenso laboral, también se debe tomar en cuenta la operatividad del lugar el que las personas laboran. Cabe resaltar que esto variará dependiendo de cada empresa.
Mientras que en una empresa pequeña será difícil solventar necesidades de crecimiento, lo cierto es que una más grande puede que las oportunidades sean más palpables, señala el psicólogo Franklin Espinoza Ramírez.
Para dar el siguiente paso, tanto Franklin como Flavio sugieren que los trabajadores conozcan las políticas de crecimiento en las empresas. “Si no conocemos la empresa, todo será más lento e ineficiente”, apunta Franklin.
Flavio Núñez enfatiza que muchas veces las empresas tratan de ser claras a la hora de contratar en cuanto a las posibilidades de crecimiento. Por ello, es recomendable hacer esa pregunta una vez se ingrese al nuevo empleo o bien, hacer la pregunta una vez se esté dentro de la organización.
El psicólogo apunta de la importancia de conocer los estatutos, ya que estos pueden variar en distintas empresas. Hay algunas que solicitan a sus trabajadores haber laborado al menos un año y mostrar resultados positivos en su gestión.
Además, al conocer las posibilidades también se da la apertura hacia una nueva relación con la empresa, por lo que, de ser posible el crecimiento, es pertinente aclarar a los encargados la nueva pretensión salarial, así como conocer las nuevas atribuciones y metas que definirán el puesto aspirado.
No obstante, esto aplica también para cuando las personas desean comenzar a trabajar en otro espacio o empresa.
Tanto en ese caso como en el de permanecer dentro de la misma organización, los psicólogos entrevistados sugieren siempre mantener una comunicación directa y clara hacia con los contratantes.
“Así como el trabajador puede plantear las expectativas laborales, la empresa debe hacerlo en cuanto a lo que espera del desempeño y la adquisición de habilidades de sus empleados”, comenta Franklin.
Además, es meritorio que los trabajadores contemplen a sus compañeros respecto a la toma de decisión del ascenso, en dado caso se trabaje en un equipo, ya que estos pueden ser un soporte y motivación para alcanzar la meta.
Por otro lado, contemplar las atribuciones pendientes como equipo también facilitará que, a la hora de realizarse el cambio, los trabajadores en busca de nuevas oportunidades sean más empáticos y no perjudiquen el desempeño del equipo.
