Salud y Familia

Se descuida protección a personas no fumadoras

El humo de segunda mano contiene los mismos componentes inhalados directamente del cigarrillo, y  una breve exposición a este produce efectos tan nocivos como aquellos en un fumador crónico.

Hace seis años se aprobó la Ley de Creación de Ambientes Libres de Humo de Tabaco, con el fin de proteger a quienes no fuman,  en especial a empleados de establecimientos, en muchos de los cuales no se acatan medidas.

Durante el estudio Exposición a humo de segunda mano en bares y restaurantes de Guatemala, cinco años después de la implementación de la Ley de Creación de Ambientes Libres de Humo de Tabaco, de los investigadores  Joaquín Barnoya, José Carlos Monzón y Paulina Briz, de la Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala, se analizó los niveles de nicotina ambiental en 9 bares y 12 restaurantes de la capital, durante marzo, abril y mayo del 2014.

Se utilizaron monitores de nicotina que contienen un filtro tratado con bisulfato de sodio, que absorbe dicha sustancia.
La nicotina en el ambiente fue detectada en 41 por ciento de establecimientos y el nivel más alto se encontró en un bar.  El promedio de concentración de nicotina fue de 0.59  microgramos por metro cúbico. Esto significa que esta aumentó con respecto de la medición del 2009 —0.28 microgramos—, aunque es más baja que la que se realizó antes de la implementación de la ley, en el 2006 —4.58 microgramos—.

“Esto significa que se está perdiendo la efectividad de la ley, a pesar de que el 90 por ciento de los trabajadores de bares y restaurantes la apoyan. Además, el 90 por ciento de los dueños  de estos lugares reporta no haber percibido pérdidas económicas a causa de dicha legislación”, aseveró Barnoya.

“Se pasó una ley en beneficio de los trabajadores, la mayoría de los cuales  no son fumadores, pero, por falta de voluntad política del Ministerio de Salud Pública, no se está cumpliendo, y conforme pasa el tiempo se pierde su beneficio… Es un derecho a la salud”, expuso.

En la investigación se expone que 11 de los establecimientos  tenían niveles de nicotina; 15, áreas específicas para fumar —lo cual es prohibido—, y  cinco, no tenían rótulos de “no fumar”. “Si el ministerio hubiera enviado inspectores, se hubiera recaudado Q381 mil 595 en 31 multas, solo en estos 21 lugares”, explicó Barnoya.

 

El médico recomienda que se haga, de nuevo, una campaña de concientización sobre la necesidad  de la ley, y que se habilite   el sitio web  o la línea telefónica que existían para hacer denuncias. Barnoya también lamentó que desde el 2009  no se ha implementado ninguna otra ley contra el tabaquismo: no se ha incrementado el impuesto al tabaco, no hay advertencias sanitarias y no se ha prohibido la publicidad.

Según la  Organización Mundial de la Salud, los ambientes libres de humo de tabaco reducen la prevalencia de tabaquismo, incidencia de cáncer de pulmón y 40 por ciento de mortalidad por enfermedad coronaria.

 

El estudio reveló:

  • El 71 por ciento de los establecimientos visitados aún habilitan lugares designados para fumar, como parqueos, jardines internos o pérgolas, lo cual está prohibido.
  • El 51  por ciento de encuestados refiere que los clientes fuman en el área interior y exterior.
  • El 78 por ciento de los individuos explicó que se utiliza cigarrillo electrónico en su lugar de trabajo.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.