La policía está preocupada de que la creciente popularidad de estos aparatos en una metrópolis tan atestada pueda significar riesgos importantes e incluso convertirse en una herramienta de terroristas para vigilancia o atentados.
“Hasta ahora no hemos visto nada siniestro en esto”, dijo John Miller, subcomisionado de antiterrorismo de la Policía de Nueva York. Pero, agregó, “la gente con dinero y tiempo suficiente va a comprarlos y ver qué puede hacer con ellos”.
Los aficionados a los drones aseguran que los escenarios futuristas catastróficos resultan inverosímiles.
“Un vehículo motorizado o una bicicleta podrían ser usados igual de fácil para hacer algo perverso”, dijo Steve Cohen, fotógrafo profesional que tiene una pequeña flotilla de este tipo de aeronaves y organiza reuniones para aficionados.
El debate ocurre en medio de un auge en la compra de lo que básicamente es una cámara voladora.
Las ventas parecían altas el miércoles en B&H Photo Video en el centro de Manhattan, donde los modelos incluyen pequeños helicópteros del tamaño de la palma de la mano que venden por menos de US$100, modelos de cuatro rotores que cuestan cerca de US$1 mil 300 y octocópteros que superan los US$ 6 mil.
Todos pueden ser equipados con videocámaras de alta definición y algunos modelos permiten que quienes los pilotean desde tierra vean imágenes en vivo. B&H no quiso revelar cifras de ventas, pero el vendedor Fred Hoffman estima que aproximadamente una de cada 10 personas que llegan a su departamento de video buscan cámaras para drones.
Las normas de la Administración Federal de Aviación permiten que personas vuelen aeronaves no tripuladas para uso recreativo a una altura máxima de 400 pies siempre y cuando los pilotos mantengan los aparatos a la vista.
La entidad está desarrollando normas sobre vuelos comerciales de estos aparatos, que por lo general están prohibidos en las reglas en vigor.
El incidente más serio se registró el lunes, cuando un equipo de la policía de la ciudad patrullaba en un helicóptero a 609 metros de altura cuando detectó un objeto volador que se dirigía hacia ellos.
De acuerdo con la policía, su helicóptero tuvo que cambiar de rumbo para no chocar.