Google TV, que encarna la apuesta de la compañía californiana para integrar televisión e internet, debutó en noviembre de 2010 con el dispositivo Revue, de Logitech, con unos resultados de venta por debajo de lo esperado, según datos del propio fabricante.
El bloqueo por parte de las principales cadenas de televisión de Estados Unidos poco después de su lanzamiento fue otro de los problemas que Google tuvo que solventar y que ahora, a la luz de los anuncios realizados en el marco del Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas, parecen cosa del pasado.
La fortaleza de la marca Google, la posibilidad de interconectar la potente flota de teléfonos Android con este sistema de televisión y las actualizaciones realizadas en el software, que con la versión 3.1 de Android permiten el acceso al mercado de aplicaciones, con más de un centenar desarrolladas para la televisión, parecen haber animado a los fabricantes a revalidar el sistema.
En la conferencia previa a la inauguración del gran evento de Las Vegas, Sony confirmaba su compromiso de “expandir el número de pantallas conectadas a través de Google TV” con un reproductor blue ray y una caja inteligente equipadas con este sistema.
Estos dispositivos llegarán acompañados de un nuevo mando que promete lo que ya es una marcada tendencia: realizar búsquedas a través de gestos y comandos de voz.
Por su parte LG, que cuenta con su propia plataforma de televisión inteligente (Netcast) , desveló su primera pantalla equipada con Google TV para no perderse en la carrera de las televisiones conectadas en el caso de que la propuesta del buscador se acabe erigiendo en la favorita de los consumidores.
La apuesta de los fabricantes por la plataforma Google TV llega en un momento clave para la venta de televisores, un año en el que eventos deportivos de calado internacional como la Eurocopa de fútbol o los Juegos Olímpicos de Londres propiciarán la renovación de los aparatos.