Procedimiento
El proceso comienza con el diseño por computadora de un modelo tridimensional de la forma que se desea. Luego, un programa informático divide ese boceto en capas que sirven de patrones para la impresora. La máquina distribuye una fina capa de azúcar que se rocía con agua. Este procedimiento se repite miles de veces hasta completar el modelo inicial.
“Es lo mismo que ocurre cuando uno añade agua al azúcar y lo de deja reposar toda una noche. A la mañana siguiente ya está cristalizada la forma del recipiente”, comenta el experto.
La impresora también tiene un cabezal que sirve para añadir color y sabor.
Ventajas
De acuerdo con Hasseln, la impresión 3D permite hacer postres personalizados con una geometría que resultaría imposible crear a mano. “Nosotros podemos, por ejemplo, plasmar en tres dimensiones un collar de chocolate y lograr que cada una de las conexiones en el collar sea flexible. Este es un invento que facilitará el trabajo de pasteleros y reposteros”, añade.
Recientemente la empresa Natural Machines anunció que este año también lanzará la 3D Foodini, que imprimirá raviolis listos para cocinar. Asimismo, otras compañías han desarrollado prototipos para imprimir hamburguesas y recetas más complejas.