Flynn padecía degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una afección que conlleva una importante causa de deficiencia visual en los mayores de 50 años, que aumenta con la edad y que puede llevar a la pérdida de la visión central.
La intervención se llevó a cabo en el hospital Royal Eye de Manchester, Inglaterra, y es la primera de este tipo en el mundo, ya que nunca antes se había llevado a cabo en un paciente que sufriera (DMAE).
El dispositivo
Para devolverle la visión al británico jubilado, los médicos le implantaron un microchip en el centro de la retina, el cual le permite percibir imágenes a través de unas gafas con videocámara.
El implante de la prótesis consiste en la colocación un microchip en la mácula, el centro de la retina, con electrodos que estimulan la recepción que llega hasta el cerebro con el fin de que este reciba señales visuales.
Alrededor del ojo se coloca un receptor al que llega la información a través de la cámara instalada en las gafas y de ahí a un procesador de señal, un pequeño computador que lleva en la cintura el paciente, y desde el cual regresa de forma inalámbrica hasta llegar al nervio óptico.
“Ahora puedo ver la cara de mi hermano y disfrutar mucho más de los partidos del Manchester United en televisión”, dijo Flynn.
La tecnología del ojo biónico ya había sido implantada en personas que sufrían retinosis pigmentaria, pero nunca en un paciente con degeneración macular asociada a la edad.
No es ficción
Las retinas biónicas transforman las
imágenes capturadas por una cámara en
impulsos eléctricos. Estos se transmiten como electrodos para estimular las
células y enviar patrones de luz al cerebro.