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Shandy Asturias, una ingeniera guatemalteca rumbo a la Luna con Space X

Desde el 2021, la ingeniera guatemalteca Shandy Asturias integra la misión Human Landing System, coordinada por la Nasa y Space X.

Shandy Asturias, una ingeniera guatemalteca rumbo a la Luna con Space X

Shandy Asturias inició su carrera en la ingeniería espacial en el 2003, mientras trabajaba en la compañía Orbital Sciences, donde aprendió sobre el trabajo con satélites, y 14 años después llegó a Virgin Orbit, donde mezcló su aprendizaje en la creación de cohetes. (Foto Prensa Libre: Cortesía Shandy Asturias)

Hace ocho años, la Casa Blanca dio luz verde para que los ingenieros y las compañías más calificadas en temas aeroespaciales pudieran trabajar en el regreso del hombre a la Luna, y durante este tiempo la guatemalteca Shandy Asturias, ingeniera en física espacial con maestría en ingeniería en sistemas, ha estado cerca de esa misión.

Primero, de la mano de empresas como Orbital Sciences Virgin Orbit y posteriormente en Space X donde trabaja actualmente en el Human Landing System.

Desde la millonaria compañía encabezada por Elon Musk, la guatemalteca integra un equipo que suele presentar y buscar la aprobación de la Nasa, en cada parte del proyecto, con el fin de darle continuidad a una misión que enviará a cuatro astronautas a la Luna.

Después de su primera incursión laboral, 21 años, luego de una amplia formación académica en Estados Unidos, Asturias se muestra optimista, crítica y curiosa por lo que pueda ocurrir en los próximos años en cuanto a la expansión de la tecnología fuera del planeta.

En el 2017, lideró la sección de integración de satélites a cohetes en la entonces recién nacida Virgin Orbit. ¿Qué permanece de aquella experiencia?

Fue un cambio bonito y natural. Sentía que a través de los años había adquirido el conocimiento, y de repente me sentía muy capaz de asumir esta gerencia y los papeles de liderazgo.

Venía del mundo de satélites, y el foco de la nueva empresa era poder lanzar su primer cohete y enseñar que la compañía podía mandar sus satélites al espacio. Llevaba una semana cuando hablé con el director, y me dijo que entre un año y medio o dos calculaban tener a los clientes que iban a adquirir los satélites, y que por eso debíamos estar listos. Fue cuando me dijo que esperaba que yo le dijera qué tenía que hacer para estar lista.

Shandy Asturias, una ingeniera guatemalteca rumbo a la Luna con Space X
Durante su trabajo en Virgin Orbit, la guatemalteca supo desarrollar proyectos para enviar un satélite al espacio. (Foto Prensa Libre: Cortesía Shandy Asturias)

Yo tenía una forma de trabajo triangular: de un lado estaba la producción, que tenía que ver cómo se construía desde la fábrica; en otro lado tenía el lanzamiento, que consistía en cómo íbamos a llevar los satélites al sitio de lanzamiento y cómo los íbamos a proteger cuando fueran lanzados en el cohete, y de último estaba el plan de desarrollo de negocios que era conocer a los clientes y  qué tipo de necesidades iban a tener.

El reto era crear un proceso, una cultura, un nivel de producción que fuera espectacular, eficiente y barato. Era empezar algo de cero y empezamos así, en una fábrica vacía. En ese momento y como por un año y medio, tuve que pensar bien cómo diseñar todo, y lo hice sola, antes de que el equipo se expandiera.

La ciencia es precisa, pero ¿qué ocurre con la intuición al momento de desarrollar proyectos como los que ha asumido?

Sí, tiene mucho lugar. Y la intuición también cambia. Mientras más experiencias tiene uno, más nos podemos basar en esa intuición. Y eso también es muy importante cuando se está tratando con las personas.

Dentro de la compañía uno debe saber cómo manejar a la gente y cómo tratarla. También con los clientes es importante reconocer la intuición de cómo presentar algo y manejar las fallas cuando no logramos lo que teníamos que hacer porque en ese momento no pudimos cumplir con algún requisito.

La intuición sirve mucho para saber en qué no estamos haciendo lo suficiente. La intuición te dice: Tienes que investigar. Y cuando investigas es cuando la ciencia te ayuda para determinar exactamente cuál es el problema.

La mayoría de las veces, cuando intuyes eso, quiere decir que hay algo que tiene un papel importante. Algo relacionado con esto es la responsabilidad, que he visto mucho en la industria espacial. He visto cómo desde posiciones superiores, al ver que uno tiene capacidad, le dan la responsabilidad.

Ha pasado en casos donde a alguien le dicen: Mira, yo veo que tú tienes la capacidad; te la doy, y tú tienes que aprender para poder cumplir con todo esto. He aprendido que en puestos de liderazgo uno busca darle esa responsabilidad a nueva gente. Este modelo nos ha enseñado que la gente joven puede realmente tener responsabilidad, y esto nos ha llevado a ser exitosos.

Desde su contexto, ¿cómo se percibe a Guatemala en cuanto a los avances aeroespaciales?

Dentro de mis redes en Estados Unidos no he conocido muchas personas de Guatemala, pero es bonito pensar que el país pueda lanzar más satélites.

Es importante que aprovechen ahora que el mundo espacial se está abriendo y porque están bajando los costos. Hay algunos materiales más estandarizados y cualquiera lo puede hacer. Las universidades ya pueden hacerlo y pueden hacer ciencia aeroespacial.

Shandy Asturias, una ingeniera guatemalteca rumbo a la Luna con Space X
La ingeniera también ha organizado actividades en el marco de la octava y novena edición del Commercial Space Transportation & AIAA Conference, la cual se realiza anualmente en Washington DC. (Foto Prensa Libre: Michelle Velásquez)

Creo que el papel de los latinoamericanos en el mundo espacial ha crecido en los últimos 10 años. Ciudades como Los Ángeles o Houston se ven ahora como lugares con posiciones de liderazgo, y es algo que ha sido muy bonito ver.

También hay que pensar que la Nasa está haciendo transmisiones en español y ahora se entiende la importancia de producirlo. Eso abre las puertas para que todos en el mundo puedan participar. En el caso de Space X, veo muchos latinoamericanos. Creo que las compañías ahora están entendiendo que podemos.

¿Por qué considera importante en este caso la inclusión?

Creo que es importante saber que no se puede ser una sociedad exitosa si solo se están incluyendo las habilidades, las opiniones y las ideas de un 30% de la población. Eso quiere decir que estás excluyendo las ideas de otro 70% de la población, y esa es gente que tiene mucha pasión, que se va a dedicar y que tiene buenas ideas.

Hay que entender que uno tiene que ser muy estratégico para poder obtener ese progreso y por eso es importante incluir todas las ideas, porque alguien va a tener esa que es buena y que cambia todo. Si queremos ir a Marte, regresar a la Luna y explorar el universo, será más rápido y efectivo si incluimos las ideas de todos.

Pienso que si de repente borro a toda la gente que es latinoamericana o que son mujeres en mi equipo, no existirían muchas cosas.

Shandy Asturias, una ingeniera guatemalteca rumbo a la Luna con Space X
Asturias es la única guatemalteca que labora en Space X, la compañía estadounidense de fabricación aeroespacial y de servicios de transporte espacial fundada en el 2002. (Foto Prensa Libre: Michelle Velásquez)

También siento que actualmente en Space X aún no hemos desarrollado mucha participación latinoamericana dentro de los rangos de ingenieros o puestos de liderazgo.

En la empresa la mayoría son técnicos que tienen una función súper importante, pero se necesitan más personas para construir el cohete y manejar la fábrica, que ingenieros para desarrollarlo. A la misma vez, uno tiene que desarrollar a esas personas para que puedan ser ingenieros, y para que puedan participar en las reuniones de liderazgo.

¿Qué destaca de los más jóvenes en la carrera aeroespacial?

Desde mi contexto, la gente joven ve este trabajo verdaderamente como el poder de cambiar el futuro. Están desarrollando la habilidad de ir al espacio y de enfrentar otros problemas, entre ellos los ecológicos. Siento que tienen una energía de la que se beneficia toda la compañía. A raíz de esto han tenido capacidades de liderazgo increíble y se esfuerzan de manera que otras personas quizás no tanto.

Shandy Asturias, científica guatemalteca

Si queremos existir como raza, tenemos que salir de la Tierra y poder explorar otros planetas y conquistarlos. Pero hay que hacerlo de una manera responsable.

¿Cuál es la misión que desempeña su equipo de trabajo actualmente en Space X?

En mi grupo tenemos que completar esa misión que busca unir a los ingenieros de la Nasa con los de nosotros para decidir qué hacer con un contrato tan grande, de más de US$4 millones.

Es complejo, y nos hemos dividido en grupos de unas siete personas. Mi sección es la parte más grande y se encarga de ver interfaces físicas, invisibles y de comunicación. Tenemos que lograr unir una nave que llevará cuatro astronautas.

Me ocupo de eso con la nave Orión, con la que eventualmente va a existir una estación espacial alrededor de la Luna. Las interfaces en la estación espacial nos ayudarán a detectar problemas y dónde no estamos logrando compatibilidad.

Es hermoso encontrar todos esos problemas y solucionarlos, porque uno siempre tiene en mente la idea de que en pocos años esto va a estar en el espacio y tiene que funcionar.

Siento que el impacto de la raza humana no solo de volver a la Luna, sino de continuar regresando, será increíble. Va a cambiar la perspectiva de que ya no seremos de la Tierra, sino de también de la Luna.

Oficialmente, podremos expandirnos fuera de este mundo y no solo por accidente, sino con el propósito de poder quedarnos allá también.

La misión es a la vez un esfuerzo por continuar la expansión por parte de Estados Unidos. ¿Cómo ve este reto tan ambicioso?

Siento que es súper importante que cuando uno esté haciendo algo por el progreso, se haga de manera muy responsable, para que así sea un progreso y no algo colonial en el sentido negativo.

Nosotros, como humanos, eventualmente tenemos que salir del nido. En millones de años, el Sol se va a expandir y la Tierra no va a existir. Si queremos existir como raza, tenemos que salir de la Tierra y poder explorar otros planetas y conquistarlos. Pero hay que hacerlo de una manera responsable.

Cuando uno habla de Marte, tiene que hablar también de la contaminación orgánica que podrían dejar las naves. También se habla de explotar minerales en la Luna y en los asteroides para traerlos a la Tierra y ayudar al desarrollo.

Uno tiene que hacer esas cosas de manera responsable y entender el impacto ambiental. Se debe pensar en cómo preservar los sitios donde se aterrizará en la Luna, por ejemplo.

En ese caso, nosotros estamos haciendo una maquinaria que pueda usarse de nuevo varias veces. Esto ayudaría a reusar los materiales, y no solo que el cohete se caiga al océano y se quede ahí.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.