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Manos que florecen en cada octubre con la fiesta del Rosario 

Comenzó el tradicional mes del Rosario que atrae a miles de fieles al templo de Santo Domingo. La decoración que luce lleva un trabajo que abarcó varios meses.

Las personas que elaboran el adorno cuidan cada detalle. (Foto Prensa Libre: Óscar Rivas).

Las personas que elaboran el adorno cuidan cada detalle. (Foto Prensa Libre: Óscar Rivas).

Faltan 10 minutos para las 5 de la mañana del primer día de Octubre, mes de la Virgen del Rosario que atrae a decenas de miles de fieles al templo de Santo Domingo, en la zona 1 capitalina, que está a punto de abrir sus puertas y aún se colocan los últimos arreglos florales elaborados a lo largo de varios meses y que este año llevan orquídeas, azucenas, rosas y claveles.


La gente comienza a entrar junto con los mariachis que comienzan la serenata.  Queda al descubierto la decoración que elaboró un grupo de voluntarios que siguen una antigua tradición pero ahora en los tiempos del Whatsap se coordinan a través de un grupo llamado Floristeros de a Virgen.

La última semana fue intensa: después de su jornada laboral, llegan a la iglesia para efectuar diversas tareas y  se retiran a la medianoche.   Desde hace muchos años,  Alejandro Tobar Monzón  coordina el grupo. “Colaboramos con el afán de honrar a la Virgen”, dijo,  mientras revisaba la indumentaria de un ángel.

Creatividad

Una mezcla de creatividad y  evangelización  es una sorpresa año tras año. En 2017 se dedica a las advocaciones de la Virgen, especialmente a los 100 años de las apariciones de Fátima.

El lema central del adorno de este año es “el Espíritu Santo te cubrirá con su sombra”, y será destacado en el altar mayor para resaltar que “la Virgen es madre de Dios, madre nuestra y madre de la Iglesia”.

Tobar indicó  que a través de la historia, María nunca ha desamparado  a su pueblo. El adorno de la iglesia está compuesto por 10 escenas   que representan distintas apariciones de la Madre de Dios, entre estas Nuestra Señora del Pilar, del Rosario, de Los Ángeles, del Carmen y la Medalla Milagrosa. Son imágenes de casi tres metros de alto, que en la monumentalidad de la basílica parecen más pequeñas.

Apariciones 

“El adorno también rinde  homenaje a los cien años de las apariciones  de la Virgen de Fátima, porque cuando fue la revelación los pastorcitos le preguntaron quién era, y ella respondió: Yo soy Nuestra Señora del Rosario”, manifestó Tobar.   

Las cortinas destacan el color azul y celeste, característico en la mayoría de las apariciones marianas.  “Usamos unas mil yardas de tela en cada tonalidad”, explicó Tobar.

Simbolismo de flores

Los voluntarios elaboraron  arreglos de flores artificiales que se colocaron en el templo, y cada flor tiene un significado distinto.
   
Las azucenas blancas   representan la pureza y santidad  de la Virgen, mientras que las orquídeas resaltan la realeza.
Los arreglos también tienen rosas, símbolo del amor y la ternura que caracterizan a Santa María, y los claveles significan la vida  eterna y la mediación de la Virgen.


El antiguo clausro de los dominicos, situado a un costado de la basílica y en proceso de restauración, ha sido   el taller en donde  ha nacido cada flor, cada  pétalo, cada hoja.
Fieltro,  papel, alambre y otros elementos aparentemente inconexos llegan a conformar el jardín que se abre el 1 de ocubre. 
     
Mientras se ponen en marcha, el ruido de los materiales reina en el lugar, donde por momentos se escucha “présteme tijera”, “¿cómo va con los pétalos?” o “ya hay flores para armar un arreglo”.

Vilma Soriano Dubón, voluntaria, explicó que armar un arreglo dura entre 45 minutos y una hora. Algunos tienen 24 azucenas, 15 rosas y unas 40 orquídeas, 30 hojas y base de metal. El tamaño varía de acuerdo con el área donde se colocan.
      
“Me siento satisfecha de servir a Dios y a la Virgen”, expresó Soriano, quien trabaja en una librería.

 
Marta Aguilar elabora flores, porque para ella  es una satisfacción servir a Dios, y aunque realiza diversos quehaceres, con sus compañeros trabaja desde la tarde  hasta la madrugada cuando se acerca el 1 de octubre.

Estuardo Ovalle, otro voluntario y quien es historiador, manifestó que luego de su trabajo llega a apoyar. “Para mí es una bendición ayudar”, dijo Ovalle, quien tiene  cortadas en algunos dedos, debido a la manipulación del material.

Febril actividad

  • Al equipo de los floristeros se une un grupo de colaboradores que se encarga de la instalación de cortinajes, medallones, arreglos y demás elementos.
  • A las 3 de la mañana, la emoción era intensa pues aún hacía falta colocar y asegurar buena parte de los ángeles y sus estandartes.
  • A las 4 de la mañana se estaban terminando de decorar candelabros.
  • A las 5 empezó la labor de limpieza, para que los fieles no hallaran ni rastro de las manos que aquí florecieron.

ESCRITO POR:

Óscar García

Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo comunitario e historias humanas con 12 años de experiencia.