El caminante recorrerá 450 km para rechazar impunidad y corrupción

El quetzalteco Oswaldo Ochoa, más conocido como el “caminante”, comenzó este sábado la segunda fase para recorrer el país, como una forma de protesta contra la poca atención de las autoridades y de la población hacia las personas de la tercera edad y contra la corrupción e impunidad en el país. 

Oswaldo Ochoa mantiene su protesta contra la corrupción. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura).
Oswaldo Ochoa mantiene su protesta contra la corrupción. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura).

Acompañado de su trompeta, pancartas con mensajes de protesta y su tambor, Ochoa partió de Xela en su camioneta tipo agrícola hacia Escuintla, donde comenzará su recorrido, ya que la primera fase la recorrió por el occidente a comienzo de julio último.


“La consigna lleva dos mensajes, uno a favor de una mejor atención hacia el adulto mayor para que no lo tengamos abandonado. El otro mensaje es contra la corrupción y la impunidad que sigue en Guatemala”, expresó el manifestante. 

El caminante dijo que los guatemaltecos han bajado la guardia en la lucha contra la corrupción. “No solo deberíamos de protestar cuando los ánimos están caldeados y que todos salgan por haber euforia, eso no, debemos ser permanentes y participar, aunque sea un poquito y que el Estado sienta nuestra presión porque de lo contrario regresan o siguen fuertemente corruptos”, enfatizó. 

Ochoa tiene programado recorrer entre 400 a 450 kilómetros por los departamentos de Escuintla, Santa Rosa, Jutiapa, Jalapa y Chiquimula en una semana. “Cuando me canse de caminar usaré la bicicleta y cuando me canse de la bicicleta volveré a caminar”, anunció. 

Primera etapa

Oswaldo Ochoa, dijo que la primera etapa de su travesía fue caminar 600 kilómetros y salió  de Quetzaltenango para recorrer San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez, Sololá, Chimaltenango, Guatemala, Sacatepéquez y culminó en Escuintla.  

En junio del 2015, Ochoa hizo su primera travesía hacia la capital y se unió a las protestas para rechazar los actos de corrupción descubiertos durante el gobierno de Otto Pérez Molina.