Escuintla

Industrias desvían ríos en Costa Sur

Industrias de caña de azúcar y palma africana, beneficios de café y granjas han desviado caudales en la Costa Sur hacia sus plantas y han hecho que donde antes había ríos ahora se asemejen a desiertos.

El caudal  del río Madre Vieja ha sido desviado. (Foto Prensa Libre: Enrique Paredes)

El caudal  del río Madre Vieja ha sido desviado. (Foto Prensa Libre: Enrique Paredes)

En Santa Rosa, cerca de  50 mil personas que viven cerca del río Los Esclavos y sus afluentes son afectados por los desvíos y la contaminación. Otros afluentes como La Virgen, Seco o La Canoa, en Oratorio y San Juan Tecuaco, casi se  secaron.

Los ríos son desviados por industrias de caña y beneficios de café, así como granjas de aves y porcinas.  

El cambio climático es otro factor que incide en la desaparición de los ríos, según Macario García, de la Oficina Forestal y Ambiental de Oratorio, uno de los municipios del Corredor Seco. En esta comunidad se prevé la creación de  un vivero forestal, con la participación de los consejos comunitarios.

El río Sis es desviado por  el Ingenio Tululá, y finqueros del sector utilizan el afluente Icán para regar sus siembras de caña, lo que afecta a las familias que  no cuentan con servicio de agua entubada, denunciaron dirigentes comunitarios de Cuyotenango, Suchitepéquez.

Las comunidades más afectadas son Cantón Chacalté Aparicio, San Isidro y la aldea El Progreso.

Los líderes intentaron dialogar con representantes del ingenio,  pero estos se negaron, por lo que se presentó una denuncia en el Ministerio Público, indicó Eligio Díaz, dirigente campesino.

El proceso está  en el expediente MP 137-2015-203212ADM, por los delitos de contaminación industrial y usurpación de aguas.

En tanto, más de 30 kilómetros del trayecto que recorre el río Madre Vieja se encuentran áridos, debido a que la  agroindustria de la palma africana y la caña de azúcar los desvían para irrigar sus siembras.

Una situación similar ocurre con el caudal del río  Coyolate, lo cual afecta a miles de pobladores de  Nueva Concepción, Escuintla.

Los afectados aseguran que el problema data de hace 25 años, y desde entonces padecen de sequías  en verano y de inundaciones  en invierno.

Marco Antonio del Cid, líder  de Nueva Concepción, enfatizó que llevan 16 años sentados en  mesas de diálogo que no han dado  resultados. Sus quejas tampoco han encontrado eco en el Ministerio Público, afirmó.