Pérez Molina insistió en que las escuchas telefónicas no son evidencia contundente de algún vínculo con la estructura de defraudación La Línea, además de explicar que siempre tuvo preocupación por la Superintendencia de Administración Tributaria por la necesidad de elevar la recaudación.
El ex mandatario ante las insistentes preguntas de los reporteros, también resaltó que su renuncia no pudo ser antes porque se debía cumplir con “el debido proceso” y este fue el momento preciso para enfrentar la justicia y “dar la cara”.
Aunque el abogado de Pérez Molina César Calderón solicitó que no se dicatra prisión provisional, el juez la dictó como una medida de precaución, sin embargo el ex Presidente lamentó la decisión señalando que no era una medida necesaria porque “de querer huir, lo hubiera hecho desde antes”.
Pérez Molina también recordó que fue él quien autorizó la extensión del mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), y nunca temió una investigación en su contra.