Guatemala

La indiferencia de los seres humanos asfixia a la madre tierra

La explotación sin control de los recursos naturales deja serias consecuencias para el planeta, pues debido al cambio climático se registran incendios forestales, sequía y exceso de lluvia, lo que a la vez se convierte en una  amenaza para  la seguridad alimentaria de la población, mientras varios sectores  se muestran indiferentes ante los daños ambientales.

Sin imaginar la magnitud del problema, este grupo de niños posa frente a una zona árida de Santa Rosa. (Foto Prensa Libre: Oswaldo Cardona)

Sin imaginar la magnitud del problema, este grupo de niños posa frente a una zona árida de Santa Rosa. (Foto Prensa Libre: Oswaldo Cardona)

Expertos en calentamiento global coinciden en que el huracán Mitch, en 1998; el huracán Stan, en el 2005; y la tormenta tropical Ágatha, en el 2010;  han  sido los fenómenos naturales más devastadores de las últimas dos décadas, lo que pone  en evidencia la transformación a la que se somete  la tierra.

De acuerdo con fuentes del Instituto Internacional de Investigaciones sobre el Clima y Sociedad, desde el 2014 a la fecha se presenta uno de los episodios más fuertes del fenómeno de El Niño, que se manifiesta  en sequía y altas temperaturas nunca  antes registradas.

Además, se espera que el próximo invierno el fenómeno de La Niña presente lluvias copiosas en períodos cortos y una canícula que podría superar los 40 días que  duró  de la del 2015, según Héctor Guinea, del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático.

En el país, el Gobierno denominó Corredor Seco a una región que abarca comunidades de  Zacapa, Chuquimula, Jutiapa, Jalapa, Quiché, Baja Verapaz, El Progreso y Guatemala —unos 46 municipios que constituyen el 11% del territorio nacional—, por las altas temperaturas,  sequías y deforestación que los  afectan.

Del frío al calor

En los últimos días de marzo, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología  registró que  la temperatura máxima en Xela fue  de 28 grados centígrados, mientras que para abril  pronosticó el incremento de un grado, lo que  es considerado anormal para un lugar que se caracterizaba  por   lo frío de su ambiente.

Situación similar ocurre en Huehuetenango, Totonicapán y Quiché, donde el  clima cambia de  templado a cálido, según fuentes oficiales.

En la víspera de la conmemoración del día Internacional de la Madre Tierra —22 de abril—, líderes comunitarios y ambientalistas analizaron  la situación que atraviesa el país en cuanto a los efectos del cambio climático, y exigen a las autoridades que impulsen políticas de conservación ambiental.

Sergio Alonzo, de la Asociación de Organizaciones de los Cuchumatanes de Huehuetenango, refirió    que los ríos que en el pasado  eran caudalosos ahora son  simples riachuelos.

Luis Us Vicente, presidente de la junta directiva del Concejo Comunitario de Desarrollo  del casco urbano de Uspantán, Quiché, comentó que otra manifestación del calentamiento global es la escasez de agua para  consumo humano.

“Es tiempo de que la población empieza a tener conciencia sobre el agua, porque  es vital para la subsistencia  de los seres vivos”, argumentó.

Rolando Gómez, de la Fundación para la Conservación y el Ecodesarrollo, señaló que gran parte de los daños ambientales se deben al aumento del parque vehicular en el país, debido a los  gases tóxicos que emanan los  automotores.

Fidel Hernández, encargado del proyecto de conservación de las tortugas marinas en Las Lisas, Chiquimulilla, Santa Rosa, responsabilizó a la industria, ingenios, minería y  cultivo de palma africana de la contaminación ambiental que afecta a varios departamentos del país.

“La contaminación que generan tiene un efecto colateral en el ecosistema. En el caso de Santa Rosa, los desechos que generan esa  compañías desembocan en el mar a través de los ríos Los Esclavos y  Margaritas, y a consecuencia de eso ocurre  la mortandad de las especies”, comentó.

Destrucción

Expertos  destacan la indiferencia y la   falta de capacidad del Gobierno para controlar la deforestación ilegal y los incendios forestales y el poco interés de las autoridades municipales para la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y de desechos sólidos.

Un estudio de la Universidad del Valle de Guatemala, el Instituto Nacional de Bosques (Inab) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas establece que en el 2001 el territorio nacional estaba cubierto por tres millones 868 mil 708 hectáreas de bosque, pero en el 2010 se registró la pérdida de un millón 34 mil 622 hectáreas.

El informe establece que la deforestación alcanza un área de 132 mil 137 hectáreas anuales y que su principal causa es la transformación de los espacios para la actividad agrícola.

A la deforestación se suma la falta de un manejo adecuado de la basura, pues gran parte de esta llega a los afluentes del país.

Virginia Mosquera, del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente, de la Universidad Rafael Landívar, estimó que entre el 90 y 95 por ciento del sistema hídrico del país  está contaminado.

“El principal parámetro que sobrepasa los límites máximos permisibles es el cromo y el plomo, que son altamente dañinos para la salud de las personas”, señaló Mosquera.

“En el país se carecen de herramientas legales para  castigar  a las personas y entidades que dañan el ambiente”, agregó.
“La contaminación afecta la salud de las personas”, así lo consignó Herbert Ralda, jefe del Área de Salud en Huehuetenango, quien señaló que la principal causa de muerte, en su mayoría niños, es por consumo de agua de mala  calidad.

Fecha para concienciar

Por su fertilidad, el planeta es considerado dentro de la cosmovisión maya como  madre tierra,  definición  que también se le da   en varias culturas del mundo, por lo que la Organización  de las Nacional Unidas (ONU) designó, en el 2009, el 22 de abril como un día propicio para concienciar sobre la importancia de la conservación ambiental.

Este año se conmemora esa fecha  con la ceremonia de la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático, que pretende controlar el calentamiento global a escala mundial, el cual tendrá lugar en la sede de la ONU, en Nueva York, EE. UU.

María José Longo, Mike Castillo,
Óscar Figueroa, Ángel Julajuj,
Jorge Tizol, Oswaldo Cardona