La agenda es nutrida, la oferta variada, el acceso fácil, el espíritu animoso. Tal como diríamos en buen chapín, “hay de todo”. Ahora parece lejana la “Declaratoria del Centro Histórico” de la ciudad capital, un 13 de agosto de 1998. Pero, aquella ceremonia daba banderazo de salida a una celebración que se ha vuelto emblemática para la zona central de la urbe. Hoy, a década y media, la fiesta se ha transformado en una vitrina de lo que anda ocurriendo en música, danza, teatro y artes visuales, así como una serie de charlas, visitas guiadas y paseos por el casco histórico de la Nueva Guatemala de la Asunción.

Por supuesto, se puede cuestionar el mecanismo institucional que promueve y coordina las actividades programadas. Igual que a toda otra iniciativa, se le pueden encontrar fallas y desaciertos. No obstante, el Festival del Centro ha sobrevivido, merced a un continuado esfuerzo por poner en evidencia a los artistas que le dan vida a ese mismo “centro” en cuanto iniciativa artística y cultural. Vamos por su edición número quince.

Así pues, aunque no es el caso en su mayoría, algunos de los eventos constituyen proposiciones innovadoras dentro del calendario, y resulta estimulante asistir a ellos. Por ejemplo —y por lo pronto— convido a quienes quieran acercarse a una propuesta musical novedosa, a que nos acompañen este sábado 11, a las 19 horas, en el Teatrino del Antiguo Palacio de Correos, siempre en el marco del Festival del Centro. El concierto lo hemos titulado “El Violonchelo Guatemalteco”, un recital en el que toda la música que se escuchará es de autores nacionales. Muchas de las piezas, transcritas u originalmente compuestas para este instrumento, sonarán en estreno absoluto. La admisión es, desde luego, libre.