Política

Jorge Serrano Elías, cómo fue el autogolpe de 1993

El 25 de mayo de 1993 es una fecha histórica para Guatemala porque la sociedad civil desafió el anuncio del presidente Jorge Serrano Elías de centralizar el poder al disolver el Congreso y las cortes Suprema de Justicia (CSJ) y de Constitucionalidad (CC).

Fotografía captada por Prensa Libre el 25 de mayo de 1993, cuando el presidente Jorge Serrano Elías, acompañado por miembros de su seguridad, abandonó la Casa Presidencial, por el Callejón Manchén.

Fotografía captada por Prensa Libre el 25 de mayo de 1993, cuando el presidente Jorge Serrano Elías, acompañado por miembros de su seguridad, abandonó la Casa Presidencial, por el Callejón Manchén.

El mandatario, que había sido electo en 1990, dijo en cadena nacional que la situación del país era “ingobernable”, por lo que también dejaba sin efecto las funciones de las procuradurías de los Derechos Humanos (PDH) y General de la Nación; suspendió 46 artículos de la Constitución, declaró estado de Emergencia y convocó a nuevos comicios.

El autogolpe de Estado, también llamado “Serranazo”, duró 10 días, hasta que el procurador de los Derechos Humanos, Ramiro de León Carpio, fue designado presidente de Guatemala.

Han pasado varios años y los actores principales de esa época tomaron caminos distintos. Algunos ya fallecieron, otros recuerdan con nostalgia la fecha y unos más viven sin querer recordar.

El expresidente

Según varios periodistas consultados en Panamá, Serrano vive “lujosamente” gracias a sus negocios familiares en ese país. Cada lunes en la mañana participa en el programa de opinión La Palabra, en radio KWContinente, propiedad de la familia de la gobernadora de Panamá, Mayín Correa, quien conduce ese espacio. Ahí opina sobre economía y política regional.

La participación del exmandatario en ese medio obedece, según comentan, a la relación que tiene con personajes de la vida política y empresarial de aquel país. Por ejemplo, es amigo de Balbina Herrera, candidata presidencial en las elecciones del 2009.

Según el Registro Público panameño, Serrano Elías es dueño de un complejo habitacional en Cerro Azul, en un suburbio de la capital, donde también vive. Sus hijos Arturo y Juan Pablo son presidente y tesorero de la empresa Tikal Latinamerican Corporation, S.A, que se dedica a concesiones mineras.

El exgobernante es propietario de una cantera, tiene un negocio de materiales de construcción e incursiona en minería y en la crianza de caballos.

Según publicó en el 2010 el diario panameño La Estrella, Serrano Elías “se considera el abanderado del proceso de pacificación de Guatemala”. Describe que “con una emoción imposible de ocultar y temblándole la voz” asegura que los grupos que lo sacaron del país han tenido “pavor” de que regrese y mantienen la persecución en su contra y “está convencido que de haberse mantenido en el poder, el país hoy sería otro”.

Sin actividad

Gustavo Espina, vicepresidente en 1993, se retiró de la política, según sus conocidos. Tiene una oficina de bienes raíces en Pradera Concepción y un edificio de oficinas en la carretera a El Salvador.

El expresidente de la CSJ Juan José Rodil Peralta es columnista de un matutino y escribió el libro Hacia dónde vamos con la nueva Constitución. El año pasado rechazó la candidatura para diputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen) con el Partido de Acción Nacional.

Ya fallecieron

Después de los comicios de 1995, De León Carpio fue diputado al Parlacen y asesoró a organismos internacionales. En 1999 fue electo diputado por el Frente Republicano Guatemalteco, pero renunció en marzo del 2002, y el 12 de abril de ese año falleció en Miami, Florida, donde se encontraba para una evaluación médica.

Epaminondas González, quien presidía la CC en 1993, y encabezó la acción legal para desconocer el autogolpe, con el respaldo popular, fue asesinado el 2 abril de 1994, cuando un grupo armado lo atacó a balazos en la puerta de su residencia. La versión oficial fue que los asesinos intentaron robarle el vehículo.

José Pinzón, de la Central General de Trabajadores de Guatemala y promotor de la Instancia Nacional de Consenso, aseguró que esa fecha trae recuerdos lamentables y gloriosos porque, como no se podía dar una respuesta de organizaciones sociales, las personas tomaron la decisión de resistir.

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