1. Reserva cognitiva: aprenda cosas nuevas y lea. Son dos de los ejercicios más completos para desarrollar la mente, prevenir el deterioro de la memoria y mantener una actitud despierta, curiosa y positiva. Rezar y meditar pueden retrasar el ritmo del envejecimiento cerebral.
2. Actividad física: baile y camine. Cualquier ejercicio aeróbico es saludable para el cerebro, pero bailar favorece además el desarrollo de la memoria y la reserva cognitiva. Caminar una hora al día potencia la memoria y es uno de los ejercicios más eficaces para prevenir el alzhéimer.
3. Nutrición: coma más bien poco. Son muchos los aspectos nutricionales que deben ser tenidos en cuenta para disfrutar de una buena salud cerebral, pero restringir las calorías parece ser una de las claves más prometedoras.
4. Sueño: eche una siesta si puede. Los beneficios de una siesta de 15 minutos se pueden notar en la presión arterial, el funcionamiento cardiovascular, la memoria y también aumentan las probabilidades de tener un buen día.
5. Manejo emocional: cultive emociones positivas. Cada vez conocemos más sobre el poderoso efecto de la bondad, el agradecimiento y la calidez sobre el cerebro. También sabemos que sencillas técnicas y ejercicios pueden sembrar y germinar actitudes y sentimientos positivos en nuestro órgano cerebral.
6. Relaciones sociales: cultive la vida familiar. Convivir, compartir, solucionar los conflictos y, sobre todo, sentirse acompañado disminuirá el riesgo de sufrir demencia o depresión.