Añadió que a pesar de que siempre afrontaron carencias, el deceso de sus padres empeoró la situación, pues las mujeres mayores cortan café ocasionalmente para ganar algún dinero y paliar la precaria situación de las nueve féminas y tres varones, cuyas edades oscilan entre 2 y 24 años.
Embarazada
Lucía, quien según el chequeo médico está embarazada, indicó que habitan en una galera construida de lámina, en la que cocinan, y algunos duermen en el suelo. Agregó que que cuando lavan ropa ajena ganan Q30 al día, dinero que utilizan para comprar maíz y frijol.
Refirió que para calmar el hambre, sus hermanas buscan hierbas en los riachuelos de la comunidad La Esperanza, Unión Cantinil, donde residen.
Afirmó que solo ella fue inscrita en el Registro Nacional de las Personas, pero sus 11 hermanos no tienen documentos.
Adolfo Leiva Herrera, pastor de la iglesia Dios de Pactos, de la referida comunidad, aseguró que cuando ubicaron a los hermanos, los miembros de esa comunidad religiosa decidieron brindarles ayuda.
Agregó que los llevaron a una clínica privada en Huehuetenango, ya que por no tener identificación es difícil que los atiendan en el sector público. “Cuando llegamos por primera vez a su casa, eran las 16 horas, y no habían comido”, expresó Leiva.
Aseguró que el no tener documentos les ha cerrado puertas en las escuelas, lo que violenta sus derechos humanos.
Leiva indicó que en los centros y puestos de Salud, e incluso en el Hospital Distrital de San Pedro Necta, en ocasiones les han negado atención médica por carecer de documento personal de identificación o certificado de nacimiento.
“Ver su situación nos parte el corazón, porque nosotros hemos visto cómo viven entre sus carencias. Nos da mucha tristeza”, manifestó la vecina Marcela Solís.
Necesitan recursos
Añadió que luego de la consulta médica, los trasladaron a Unión Cantinil, donde un vecino les donó un terreno, pero no tienen recursos para construir.
Solís resaltó que los hermanos necesitan ropa, zapatos y frazadas, y que en invierno el agua se filtra en la galera donde viven.
Érick Villatoro, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos, aseguró que en ese caso hay una sistemática violación de los derechos individuales, por lo que deben recibir atención integral.
Manifestó que se trata de una realidad que afrontan muchos huehuetecos de las áreas rurales. Aseguró que ese caso debe ser atendido de inmediato, dada la vulnerabilidad de esos hermanos.