En ese momento dijo: “Reconozco con dolor que en ciertas latitudes ocho muertos es una cosa muy grande, o sea, no es tampoco, aunque suena muy mal decirlo, pues todos los días tenemos el doble de muertos de ocho, entonces como que no es una llamada de atención tan grande”.
Horas después, y luego de ser criticado por Twitter, como que era “un burro por sus declaraciones”, Caballeros expresó: “Más burro es el que cree todo lo que lee”.
Más adelante, se refirió en el mismo sentido, y llamó a sus críticos “pendejos”.
Durante la conferencia de prensa de hoy, posterior a la reunión de Gabinete, Caballeros recalcó que el país está “inmerso en la violencia” y por eso respondió como lo hizo a un representante de la comunidad internacional.
“Me puse en el lugar de él -la comunidad internacional-. Él viene de un país de primer mundo y pregunta si una cosa tan grave puede cambiar el rumbo del país, él tiene razón, pero desgraciadamente nosotros estamos inmersos en esta cultura de violencia”, afirmó el funcionario.
El canciller aseguró que los hechos no fueron minimizados por él. “Yo mismo dije que me dolía mucho decirlo y que sonaba muy mal, pero somos una sociedad muy sufrida, con terremotos, guerra, lamentablemente, mi generación ha vivido mucha violencia, ojalá este hecho tan lamentable cambiara”.
Sobre sus comentarios en Twitter, Caballeros dijo: “Quiero disculparme y que se termine este asunto. Alguien dijo “sos un burro por tus declaraciones” y yo le dije: “más burro es el que cree todo lo que lee”.
También se le cuestionó al funcionario por retractarse de esa palabra y luego escribir “pendejos”, y contestó: “Eso fue más tarde porque estaba muy enojado, lo siento, no va a volver a suceder”.
La bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza citó al ministro para que responda sobre estas declaraciones y el lenguaje utilizado en la red social.
Las declaraciones y exabruptos de Caballeros se han convertido en uno de los temas del momento [Trending Topic (TT)] de Guatemala en Twitter.
Entre comentarios, insultos y críticas, Harold Caballeros es cuestionado por su pasado como ministro de culto y candidato presidencial.