Cristiano era la atracción principal del partido, y recibió una ruidosa ovación del público antes del silbatazo inicial cuando levantó el trofeo que Portugal ganó el año pasado en la Eurocopa.
Con su madre y su hijo en las gradas, el delantero abrió el marcador con un remate a bocajarro. También inició la jugada que desembocó en un autogol de Andreas Granqvist a los 34. Sin embargo, Suecia dio vuelta al marcador con dos tantos de Viktor Claesson y un autogol de Joan Cancelo en el último minuto de los descuentos.
Las autoridades de Madeira, un archipiélago portugués en el Océano Atlántico a unos mil kilómetros de la costa de Europa, rebautizarán el aeropuerto de Funchal el miércoles con el nombre de la estrella del Madrid. Funchal ya cuenta con una estatua de Cristiano, un museo sobre el jugador y un centro hotelero con su nombre.