La tarea de ser madre y padre a la vez no ha sido fácil para Flor de María Cuyuch, quien enviudó hace 10 años.
"Yo no sabía leer ni escribir, solo miraba los dibujos de la prensa”, cuenta María Tzamol, quien asiste todos los viernes por la tarde a la Escuela de Voceadores de Prensa Libre, en donde aprendió a leer y escribir.
Las manos de una madre son “dos milagros blancos apaciguando angustias”, escribió Mario Benedetti. Prensa Libre comparte seis historias de una docena de manos que “hicieron florecer estrellas”, como diría el poeta.
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