La primera muerte que lamentar fue la de un sencillo reportero de televisión, Aníbal García, quien —a riesgo de su vida— se acercó al hervidero de nuestro fiero Pacaya; igualmente se supo de otros desaparecidos y de patrimonios arruinados bajo la erupción.
Confirmo que he leído la Política de privacidad de Prensa Libre y estoy de acuerdo con el uso de mis datos.