Editorial

NOTAS DE Editorial

No se necesitan más préstamos, por más blandos que sean, si los recursos van al agujero negro del gasto en más burocracia.
El cuidado de la salud mental suele quedar relegado en las grandes prioridades nacionales.
Es curioso cómo surgen con pocas carreras, pero nunca les falta la de Derecho. El interés se cuenta solo.
No basta con pregonar metas económicas, hay que dar seguimiento a compromisos internacionales que redundan en la productividad nacional.
Los diagnósticos ya existen y las necesidades viales ya esperaron demasiado como para permitir sabotajes maniqueos.
La competitividad nacional no puede seguir dependiendo de suposiciones.
En ambos casos hay puntos comunes: la insatisfacción ciudadana con las condiciones de vida a partir de quienes están administrando el Estado, lo cual conduce a reacciones más bien emotivas que terminan siendo capitalizadas por discursos demagógicos.
Los recursos públicos siempre son limitados para el cúmulo de necesidades nacionales, pero los diputados al Congreso manejan el erario de forma discrecional.
En esencia, la tolerancia es el reconocimiento activo de los derechos de los demás por parte de individuos, grupos y Estados.
Guatemala ya tiene 28 partidos establecidos, pero hay otros 21 en incubación. ¿Al servicio de qué o de quién?