La edad ideal de un niño para tener mascota

Una mascota permite a los niños aprender sobre responsabilidad al cuidar, por ejemplo de su alimentación y sacarlo a pasear. Sin embargo, para que ello se cumpla es importante que la mascota sea la adecuada para la edad del niño o niña.

Una sana relación entre el niño y su mascota, no solo aporta diversión, sino también contribuye al desarrollo integral del pequeño. Es importante reconocer que niños menores de tres años de edad, aún no logran diferenciar entre el cuidado que requiere una mascota y sus juguetes. “La edad correcta para tener una mascota es cuando tenga consciencia de qué es un ser vivo, aproximadamente entre los cinco y siete años”, explica Lenin Paredes, veterinario de Arca de Noé.

En la primera infancia se recomienda la convivencia con animales domésticos como perros y gatos, pero es clave la supervisión de los padres. Si la mascota es parte de la familia, previo a la llegada de un bebé, debe entrenársele para el respeto del nuevo miembro familiar. En la medida que el niño crece, también debe aprender a respetar al perro o gato de la casa.

NIÑEZ MEDIA

En la niñez media, entre los 6 y 11 años de edad, “se espera que haya una mayor conciencia del trauma y la muerte, con lo cual el niño puede llevar una relación más responsable con la mascota”, resalta Paredes. Es importante considerar que no todos los niños maduran al mismo tiempo, por lo que puede haber pequeños de cuatro años, que ya estén preparados para esta experiencia bajo la dirección de los padres.

En esta etapa hay que hablar de reglas y responsabilidades. Por ejemplo, “que los padres enseñen a sus hijos que no debe haber agresión física, que manipulen a la mascota con cuidado y no con fuerza, porque son seres vivos. Tampoco deben poner objetos en el hocico del perro, ni deben tomarlos de la cadera para atrás”.

Otro de los aprendizajes en esta etapa es el cuidado de la higiene. Por ejemplo, “lavarse las manos con agua y jabón previo y después de tocar al animalito, así como después de recoger las heces”, resalta el veterinario.

Entre las responsabilidades que pueden asignarse en esta etapa se encuentran alimentarlos, servirles agua y lavar sus platos, siempre supervisados por los padres. “Si se tienen cuyos o conejos,
pueden quitar la viruta, lavar el recinto y bañarlos”, agrega Paredes.

PUBERTAD Y ADOLESCENCIA

En esta etapa ya se puede tener una mascota reptil, ya que de acuerdo con el veterinario, además de la seguridad para ambos, se requiere mayor atención en cuanto a su alimentación, teniendo que sacrificar presas vivas y variar la dieta.

Lo ideal es que toda la familia participe en la decisión de tener una mascota, asignando responsabilidades específicas en los niños y jóvenes, pero contando siempre con el apoyo y la supervisión de los padres o adultos encargados.

LAS RAZAS DE PERROS MÁS AMIGABLES

Algunas de las razas que mejor se adaptan a las rutinas familiares son el labrador retriever, golden retriever, bóxer, terranova, gran danés, bulldog inglés y samoyedo.

Sin embargo, Lenin Paredes, veterinario de Arca de Noé, explica que la raza no es el único aspecto que influye en la relación con un perro, sino también la educación.

“Aquí se rompen paradigmas, un pitbull educado puede defender a un niño, mientras un chihuahua mal entrenado puede morder al bebé”, explica.

Noé dice...

Al decidir el tipo de mascota para compartir con un niño, debe tenerse en cuenta la dieta, la higiene, la atención a la salud y accesorios. De esta manera el niño podrá contar con todos los elementos para cuidarla y compartir bien.

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