Llevar a tu mascota al veterinario es un acto de amor

Visitar al veterinario con regularidad permite mantener la salud de tu mascota y darle calidad de vida, pues en las consultas pueden detectarse enfermedades a tiempo y evitar tratamientos complicados y costosos a futuro.

Muchos dueños de mascotas esperan hasta ver signos evidentes de enfermedad para acudir al veterinario. Pero al igual que los chequeos médicos
en los humanos, las consultas periódicas son esenciales para mantener la salud y el bienestar de perros, gatos y hasta animales exóticos. Lenin Paredes, médico veterinario de Arca de Noé, subraya que la medicina preventiva puede marcar la diferencia entre una vida corta y complicada y una vida plena para nuestros compañeros de cuatro patas.

“Nos pasa mucho como humanos también: vamos al médico hasta que ya nos sentimos mal. Con las mascotas, es aún más complicado porque muchas veces no muestran signos de enfermedad hasta que están realmente mal”, explica Paredes. Esa es precisamente la razón por la que las visitas periódicas son tan importantes: permiten detectar a tiempo enfermedades que de otro modo pasarían desapercibidas.

LA FRECUENCIA IDEAL, SEGÚN LA ESPECIE Y LA EDAD

No todas las mascotas requieren el mismo ritmo de atención. Las visitas trimestrales pueden ser suficientes para perros y gatos adultos sanos, pero hay excepciones. “Las mascotas exóticas, como aves, reptiles o conejos, deberían visitarnos con mayor frecuencia, incluso una vez al mes. Estas especies tienden a ocultar los síntomas hasta que ya es demasiado tarde”, señala el médico veterinario.

Además, la edad también juega un papel clave. Cachorros, animales geriátricos o aquellos con condiciones preexistentes necesitan seguimiento más frecuente para garantizar que su desarrollo o tratamiento evolucione de forma saludable.

EVITAR GASTOS INNECESARIOS Y GENERAR CONFIANZA

Más allá de la salud, hay un impacto económico. “Tratar enfermedades ya avanzadas es mucho más caro que prevenirlas. Y si las visitas al veterinario
no son constantes, el animal puede estresarse más, dificultando la evaluación y el tratamiento”, advierte Paredes. Acostumbrar a la mascota desde temprana edad a ser revisada regularmente reduce el estrés y mejora la cooperación en futuras intervenciones. Además, estas visitas permiten crear una relación cercana entre veterinario, dueño y mascota. Esa confianza mutua favorece diagnósticos más certeros y permite recibir asesoría personalizada sobre nutrición, comportamiento o vacunas.

CONSULTAS COMPLETAS Y ENFERMEDADES SILENCIOSAS

Una consulta veterinaria no debe limitarse a pesar al animal y aplicarle vacunas. Según Paredes, debe incluir un examen físico minucioso (cabeza, cuerpo, abdomen, extremidades) y, si es necesario, sugerir pruebas como exámenes de sangre o heces. Entre las enfermedades silenciosas más comunes que se detectan gracias a estos chequeos están las parasitosis internas, alergias alimentarias, diarreas crónicas, la llamada “tos de las
perreras” y neumonías leves que pueden agravarse sin tratamiento.

UN MEJOR FUTURO PARA TU MASCOTA

Finalmente, Paredes resalta que una mascota que visita regularmente al veterinario no solo vive más años, sino que los vive mejor. “Cada mascota necesita cuidados específicos según su especie, edad y entorno. Una buena alimentación, chequeos preventivos y el acompañamiento adecuado hacen toda la diferencia”, señala el entrevistado.

Mi Vet dice..

Una consulta completa incluye pesar a la mascota, revisar su esquema de vacunación y desparasitación, así como un examen físico minucioso que puede complementarse con pruebas de laboratorio.

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