El prelado dijo “los santos son una tradición de la Iglesia Católica que tienen mucho arraigo, y San Martin de Porres fue despreciado por su raza, por ser hijo de una mujer negra, que era esclava y luego obtuvo su libertad, y de un hombre blanco español que después lo reconoció”.
Durante la homilía también señaló que “su origen muy humilde, que curaba milagrosamente con hierbas y con medicina tradicional en el convento, lo hizo un santo muy querido en América Latina porque refleja ese hombre sencillo, humilde, mulato que fue despreciado por muchos, incluso por su propio padre, pero Dios vio en él una persona importante y privilegiada que hizo obras de servicio social y de medicina en el siglo XVI”.