La pesquisa comprobó que Loch Pichiyá violó 11 veces a su hija, por lo cual la Fiscalíla una pena de 117 años de prisión, y por tres agresiones solicitó 30 años de cárcel, para un total de 147 años.
Sin embargo, el juez Walter Jiménez, luego de deliberar, dio 20 años por las agresiones y 60 por las violaciones, para un total de 80.
La menor testificó a los investigadores del Ministerio Público (MP) que todo ese tiempo vivió con temor y que no se atrevió a contar el hecho a su madre ya que su padre le decía que si lo denunciaba mataría a su madre y abusaría también a sus dos hermanas, a quienes constantemente las agredía con golpes y patadas.
El expediente, al que Prensa Libre tuvo acceso, documenta la historia. Todo inició cuando la víctima tenía 6 años. A esa edad, Loch abusaba de ella con besos y tocando sus genitales cuando se quedaba sola con el agresor.
Cuando ella cumplió los 10 años fue cuando empezó a ser violada por su padre, hasta cumplir 15.
El 7 de mayo del 2015, la niña salió de su casa indicando que iba a comprar un repollo al mercado. Contrató un mototaxi para que la llevara, pero le pidió al piloto que la llevara a la subestación de la Policía Nacional Civil local, donde al observar a un agente al ingreso de la sede le pidió llorando que la abrazara porque ha sido lastimada por mucho tiempo.
De inmediato los agentes la llevaron a la sede del MP y luego al Hospital Nacional local, para que le hicieran los exámenes correspondientes y determinar si la afectada estaba diciendo la verdad sobre los hechos, los cuales resultan positivos.
Ante la ausencia de la madre, la menor es trasladada una casa hogar por medio de la Procuraduría General de la Nación. El MP capturó al agresor el 26 de agosto de 2015.
El MP logró comprobar con pruebas documentales que el sentenciado en 10 oportunidades llevó a la menor a un auto hotel en Patzicía, en la ruta Interamericana, y en algunas oportunidades lo hizo tres veces por semana.
La Asociación Generando, de Chimaltenango, conoció el caso desde el 10 de agosto del 2015 y dio acompañamiento con profesionales en lo legal, psicológico y médico a la afectada, hermanas y a la madre.
Katherine Paola Alvizurez del Cid, de la Asociación Generando, dijo que se recomienda a las madres que no dejen mucho tiempo solos a los hijos con sus familiares y que siempre tienen que tener buenas relaciones con ellos. “Hay que tener mucho cuidado con los niños ya que el 80 por ciento de los agresores viven en la propia casa, Las consecuencias de estas agresiones son difíciles de superar”.