Agregó que esta es una voz de alerta para los padres de familia y adultos en general, y quieren transmitir que, aunque son menores de edad, están preocupados por la violencia.
Juan Pablo Poz Cuc, vicario pastoral de la parroquia Santa Ana en Chimaltenango, comentó: “Nuestra misión es que los menores, a través de este congreso, se vuelvan protagonistas de la Iglesia por medio de su fe, ya que pretendemos que ellos, a su corta edad, no sean solo destinatarios de la catequesis o misión, sino hacerlos protagonistas para que puedan aportar en los procesos misioneros”.